Unos padres han denunciado ante la inspección y la Policía Nacional una agresión verbal contra su hija, una menor, en el colegio San José de Ciudad Real. Se trata de unos hechos que acudieron en la hora de comedor del colegio y que los padres han llevado a otras instancias fuera del centro escolar al considerar que no habían tomado medida en el colegio. El centro, por su parte, señala que lo ocurrido fue una indisciplina y afirma que se han tomado medidas correctoras de tipo educativo.
Los hechos denunciados ocurrieron el pasado 29 de septiembre cuando la menor pidió permiso para ir al baño al mediodía. "Dentro de los aseos, nada más salir del cubículo, se encontró bruscamente con un chico "más mayor" que le impidió la salida de los servicios y de pronto empezó a insultarla a voces con todo tipo de improperios". Entre los términos que empleó con ella fueron "qué haces aquí puta de mierda... No eres más que una estúpida" para concluir indicando a gritos "este es el servicio de los chicos", según se recoge en la denuncia.
Finalmente, continúa el relato de los padres en su escrito ante la inspección, dejó de insultarla y se marchó. La menor pudo salir del servicio y volver al comedor, pero no contó lo ocurrido hasta el momento de irse a la cama. "No durmió casi nada esa noche y lo poco que concilió el sueño no le duraba despertándose constantemente entre sollozos, gritos y pesadillas". De hecho, los padres afirman que "aún sigue despertándose llorando".
Según su relato, al día siguiente hablaron con los encargados del comedor para conocer al menor que profirió los insultos, pero por Protección de Datos no se les dio. Después hablaron con la tutora, sin que tampoco se tomarán medidas, por lo que finalmente solicitaron una reunión con la dirección. "Ante la exposición de lo ocurrido, el director comentó que habían actuado con celeridad y que el chico en cuestión le había pedido a él 'sinceras disculpas y la promesa de no volverlo a hacer'", pero la familia reclamó conocer cuáles fueron las medidas disciplinarias o posibles sanciones. El centro le comentó la posibilidad de que "no asistiera a la excursión trimestral de su curso" o también que acudiera a hablar con el orientador. "Evidentemente, le mostramos nuestra indignación por una respuesta del centro y de su dirección tan ambigua ante lo que consideramos un acto grave de violencia verbal de género".
Para los padres, lo ocurrido son "unos hechos sin sentido ninguno en los que un chico mayor de la ESO, solo, en los servicios, el tiempo que quiso, arrincona e insulta con total impunidad a una niña mucho más pequeña que él", preguntándose si ha podido ocurrir antes, ser grabado o "que más ha de pasar en los servicios para que el centro y su director se tomen estos actos de violencia de género en serio".
"El colegio se supone que es un espacio seguro donde dejamos a nuestras hijas para que aprendan a estudiar y convivir en un entorno de respeto e igualdad. No se pueden consentir hechos como los ocurridos", concluye su escrito ante educación, en el que consideran que el menor debería "recibir medidas disciplinarias ejemplarizantes ante él y otros", por lo que piden que la Consejería "se tome todo el interés para intentar evitar sucesos similares".
Por parte del centro, el Colegio San José-FEyE señala en un comunicado que "el Colegio San José, perteneciente a la Fundación Educación y Evangelio, rechaza toda actuación personal, grupal o institucional, de cualquier miembro de la Comunidad Educativa relacionada con el centro que comporte acoso o violencia física o moral". Además, "que teniendo lo anterior en cuenta, el colegio, inmediatamente de conocer los hechos, actúa según normativa recogida en las Normas de Convivencia y Funcionamiento del Centro (NCOF)". En este sentido, indicaron que "no se trata de un caso de acoso escolar sino de una conducta de indisciplina contraria a las normas del centro y, como tal, el colegio ha actuado con contundencia y rapidez con la sanción correspondiente". Además, apuntaron que "el centro atiende la integridad de todos los menores, agresores y/o víctimas, y toma las medidas que cree son más educativas y equilibradas, distinguiendo siempre entre un caso de acoso, violencia de género y/o un acto aislado de indisciplina contra miembros de la comunidad escolar. Por otra parte, señalaron que "el Centro atiende la disconformidad de la familia afectada ante las medidas adoptadas, aun cuando se consideran más educativas para que tal hecho no vuelva a suceder, y que se le ha atendido desde la dirección y desde la coordinación de comedor en todo momento". Por último, señalaron que se le ha dado a la familia "la oportunidad de agotar todas las vías de las que el centro dispone, llevando el caso a revisión por el Consejo Escolar, si bien la familia no ha respetado los tiempos para poder darle las conclusiones de dicho Consejo".