Las ocho puertas: Una manzana singular

Escolástico González
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Plaza de toros y Guardia Civil, entre las dos Pedreras

Las ocho puertas: Una manzana singular

De la Puerta de Toledo hasta la calle del Carmen, con la ronda actual como cinturón de cierre y con la calle de Toledo como eje divisorio, desde el norte, en dirección al centro, todo lo que queda en el margen derecho es una de las grandes manzanas naturales de la ciudad que más necesita una revisión puntual dentro del PGOU. Densa en edificaciones, con escasos espacios públicos abiertos, y carente de áreas verdes. Los únicos jardines en toda su extensión son los de la plaza de toros, recientemente arreglados por el Ayuntamiento, y dos escasas placitas, una de reducidas dimensiones - la plaza de los Remedios - y un pequeño espacio abierto frente al centro social de San Juan de Ávila. Ese es todo el espacio público para una zona de la ciudad que alberga casi una quinta parte del parque de viviendas de la capital. 

El nivel de especulación dentro de rondas en los años 60 y 70 del siglo pasado, cuando se edificaron la mayoría de los barrios de esta manzana entre las calles Toledo, Vía Crucis, Carmen y rondas, deja carentes de zonas verdes a los vecinos y huérfano de suelo al Ayuntamiento para la dotación de servicios. El perfil de los barrios que la conforman es de escasos aparcamientos, cercanos al centro de la ciudad, con calles de reducidas dimensiones y una alta densidad de edificación. Su área natural de esparcimiento más cercana es el parque del cementerio en la zona norte y por la zona sur, los Jardines del Prado, ambos fuera de sus límites naturales. 

Cinco áreas interiores dentro de esta zona de la ciudad a destacar y repensar para una futura revisión del PGOU: plaza de toros, el coso; plaza de toros, barriada; cuartel de la Guardia Civil; solares de la barrida del Padre Ayala;y el convento de las Carmelitas.

Plaza de toros: el coso. La cesión en su día del coso al Ayuntamiento de la capital, auténtico elefante blanco, en términos económicos, ha supuesto un esfuerzo considerable de recursos con la idea de reconvertirlo en un espacio multicultural. El actual proyecto en ejecución, solo de restauración, queda lejos de la idea de un espacio polivalente para la ciudad con utilización los 365 días del año. La plaza de toros se está restaurando como coso taurino, principalmente, aunque pueda recoger otros espectáculos como venía sucediendo hasta la fecha de su cierre por falta de seguridad. No obstante, considerar un espacio multicultural con capacidad para 6.500 personas sentadas, de utilización continuada durante todo el año, en esta zona de la ciudad, sin ordenar el espacio exterior, sería una falta de planificación urbanística que devaluaría cualquier proyecto. 

Si la plaza de toros se convierte definitivamente en un espacio cerrado para albergar eventos culturales los 365 días, incluidos los taurinos, en el centro de la ciudad y especialmente dentro de estas barriadas, cualquier solución al coso debe pasar por una reordenación del espacio exterior que contemple las barriadas y calles colindantes. Es decir, todo el espacio existente entre la calle Esperanza y la calle de Cristóbal Colón. Otro aspecto a considerar en el proyecto de cubierta es la falta de espacio público municipal para servicios en estos barrios, y la plaza de toros representa una oportunidad, también, para albergar los servicios municipales inexistentes.

Plaza de toros: barriada. El barrio de la plaza de toros, con viviendas de entre 35 y 45 metros cuadrados para familias, requiere de un plan especial de acción que permita obtener la propiedad de las viviendas actuales a cambio de una nueva vivienda, demoler el mismo y poner el suelo obtenido en el mercado. No es necesario sacar a las familias de su entorno y desplazarlas. A escasos 500 metros del actual barrio, el Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma cuentan con un espacio para la construcción de las mismas 250 viviendas que tiene el barrio y que lleva paralizado desde el año 2000. Junto a la Puerta de Toledo está el solar en los brazos de Morfeo, sabiendo que no puede destinarse a ningún otro fin urbanístico. 

Con esa simple operación de cambio se consigue espacio para la dotación del centro multicultural y se obtienen fondos para la construcción de las nuevas 250 viviendas. Además, se pueden hacer zonas verdes e incluso un magnífico aparcamiento subterráneo delante del centro multicultural y coso. 

Padre Ayala. Hoy es un solar en la entrada más noble que tiene la ciudad, situado junto al único monumento de interés que conservamos del recinto amurallado: la Puerta de Toledo. Veintidós años hace del realojo de los vecinos de la barriada de Vistalegre a la de Santa María de la Cabeza y 16 de su demolición. Aún quedan como testigos de lo que fue el barrio la Comunidad Religiosa de Franciscanas.

Hace doce años la Junta de Comunidades convocó un concurso público arquitectónico para construir el nuevo barrio dotado con 250 viviendas, las mismas que tiene el actual barrio de plaza de toros. El concurso fue objeto de interés por cientos de arquitectos de toda España que presentaron sus propuestas. Tuvo sus inconvenientes urbanísticos de adaptación al PGOU, pero se solucionaron, se repartieron los premios, incluso se editó un libro que recogía la solución arquitectónica. Quince años después, Ciudad Real sigue reclamando la construcción y remodelación de la zona. Sería una pérdida de oportunidad urbanística no construir el nuevo barrio del viejo Padre Ayala y ubicar en el mismo a todos los ocupantes de la actual barriada de plaza de toros para despejar todo el entorno y ordenar urbanísticamente el futuro centro multicultural. 

Guardia Civil, comandancia. Entre Padre Ayala y la plaza de toros, entre Pedrera Baja y Alta, una mole de edificio para la comandancia de la guardia civil. Construido en la década de los años cuarenta del siglo pasado, forma parte de la ciudad y de su historia, pero es necesario pensar en otra ubicación que permita dotar a la infraestructura cuartelaria de amplias instalaciones y unas adecuadas comunicaciones tierra y aire. La actual comandancia y casa cuartel de cinco plantas tiene carencias de espacio y accesibilidad para las múltiples actividades de un cuartel, además de serios problemas de habitabilidad y accesibilidad en las viviendas de los guardias civiles. Miguelturra y Puertollano han sido agraciadas con nuevas instalaciones por parte del Ministerio del Interior y la capital debe pensar en la reubicación, en área urbana, con todos los servicios, pero con acceso directo a las infraestructuras de carretera. 

Convento de las carmelitas. Este edificio histórico del XVI y declarado de interés para la ciudad es de los pocos espacios que escaparon a la especulación en el siglo pasado. El convento e iglesia ocupan la esquina de la calle del Carmen con Pedrera Baja y cuenta con un patio interior (antiguo huerto) que lo rodea y que a día de hoy es el único espacio libre de edificaciones que queda en toda la manzana.

Una solución urbanística ordenada para liberar este espacio y despejar el convento para que luzca en todo su esplendor, aportaría también a la ciudad una nueva zona pública de más de 5.000 metros cuadrados y convertiría a la plaza del Carmen en espectacular. 

Conclusiones. A vuela pluma, y sin entrar en detalles técnicos, esta manzana de la ciudad es una de las grandes necesitadas de su revisión en el PGOU al contener algunos de los lugares más importantes y significativos de la capital, siendo posible, todavía, salvar y mejorar sus condiciones. Algunas de las soluciones apuntadas están pensadas para aportar nuevos espacios públicos y servicios a una ciudad que fue destruida por la especulación.