El año 2022 queda ya como el cuarto peor de este siglo en accidentes laborales mortales. Las cifras que oficializó ayer el Ministerio de Trabajo elevan a 16 los fallecidos en esta negra estadística, con 13 personas muertas en su jornada y tres cuando iban de camino, 'in itinere'. Todos los fallecidos son trabajadores por cuenta ajena, asalariados, según el avance del Ministerio.
La cifra de 13 fallecidos en su jornada de trabajo deja Ciudad Real como la tercera provincia con el mayor índice de siniestralidad laboral de España. Se trata de un índice que pone en relación la cifra de fallecidos con el número medio de afiliados, de gente que trabaja, durante el año. Esta cifra, en Ciudad Real, casi triplica la media nacional, duplica la regional y solo es superada por Teruel y Pontevedra. En la región, Toledo es la provincia con el índice más bajo de mortalidad en el trabajo, casi cinco veces menos del que se ha registrado en Ciudad Real.
En este sentido, en Castilla-La Mancha han sido 37 los accidentes laborales mortales que se han producido, 29 de ellos en jornada y 8 'in itinere'. Siete en Toledo, seis en Albacete y Guadalajara y dos en Cuenca, lo que muestra las diferencias entre los accidentes mortales ocurridos en Ciudad Real si se compara con el resto de provincias de la región.
Hay que remontarse a los años previos a la crisis del ladrillo para encontrar una mortalidad mayor. En 2007 y 2006 hubo que lamentar 20 fallecidos, y 2003, cuando hubo 30 muertes en el trabajo, la cifra más alta de los últimos tiempos en la provincia.
Pese a esas cifras, las más dramáticas, la siniestralidad en la provincia, durante 2022, marcó un ligero descenso respecto a la situación que se vivió en 2021, con 6.026 accidentes de trabajo con baja. Se rebajaron un 1 por ciento, pese a que en ese 2021, al menos en la primera parte del año, se mantuvieron muchas medidas de control de la movilidad y económicas por la pandemia. De estos accidentes, 5.678 se produjeron en la jornada de trabajo, la segunda cifra más alta de la última década, solo superada por 2021, con 5.704, entre otros aspectos porque el COVID se incluye como enfermedad profesional para ciertos sectores. En este sentido, solo 38 de los accidentes de trabajo se consideraron graves, según los datos del Ministerio, una cifra menor que en la mayoría de años de esa década. De los accidentes de trabajo con baja, solo 502 se produjeron entre autónomos, un 8,8 por ciento, ocho de ellos graves.
Por sectores, la construcción es la que copa el mayor número de accidentes laborales. En el ladrillo se suman dos de cada diez siniestros que se producen en el trabajo en Ciudad Real. En segunda posición se encuentran, casi igualados, los siniestros que se acumulan en la industria manufacturera y en las actividades sanitarias y de servicios sociales, con un 17 por ciento en ambos casos. Le siguen la agricultura y la ganadería, con un 11 por ciento de los accidentes laborales y el comercio al por mayor, con un nueve por ciento de los incidentes en el trabajo.