El cierre de mercadillos deja sin ingresos a muchos gitanos

L.G.E.
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Jesús Cano, de la Federación Regional Gitana, dice que en primavera se pudo «resolver mucha hambre» con el reparto de alimentos y ve que está volviendo a ocurrir

La consejera de Bienestar Social presidió el Consejo regional del Pueblo Gitano. - Foto: Yolanda Lancha

«Si a la sociedad general el coronavirus le está afectando a un 50%, al colectivo gitano es a un 90% porque para el 90% de los gitanos los únicos ingresos que tienen son los mercadillos». Así expone la difícil situación laboral y económica que tienen muchas familias Jesús Cano, presidente de la Federación Regional Gitana de Asociaciones de Castilla-La Mancha. «Por este bicho que está en la calle, los mercadillos están cerrados y no tienen ingresos para poder comer», abundó.

Cano cuenta que esto ya ocurrió en primavera con el confinamiento del Estado de Alarma. Recordó que se puso en contacto con el Gobierno regional y con Cáritas para el reparto de alimentos. «Se ha podido resolver mucha hambre», señaló, «ahora tenemos que empezar otra vez igual, porque está ocurriendo otra vez».

Esta dependencia económica de la venta ambulante también la subraya María Santiago, de Secretariado Gitano. «El tema del mercadillo ha sido muy importante para nosotros, muchas veces es la única fuente de ingresos», recalca, «y eso hace que no tengan ingresos en una familia».

Tanto María Santiago como Jesús Cano han participado en el día de hoy en la reunión del Consejo regional del Pueblo Gitano de Castilla-La Mancha con la consejera de Bienestar Social de la Junta, Aurelia Sánchez. «Vamos a ver cómo transformamos la realidad y volvemos a la nueva normalidad, con los proyectos que se van a poner en marcha con la Consejería», apuntó Santiago, «estamos día a día en la calle, somos profesionales que podemos orientar a la Consejería sobre cómo intervenir, cómo está afectando el Covid a la sociedad gitana».

Cano puso el ejemplo de adaptación que han tenido que hacer con proyectos educativos, con aulas en las que antes entraban 25 niños y que han tenido que dividir en grupos de ocho, con las medidas de toma de temperatura e hidrogel. «Los niños tienen que ir a colegios para que tengan titulaciones y puedan buscar trabajo», explicó. También incide en los problemas de vivienda. «La lucha que tengo con la Consejería de Fomento es que den vivienda a las familias gitanas», señaló, «si está lloviendo y están en la calle, se mojan y enferman los niños». .

La consejera de Bienestar Social apuntó que solo en convocatorias específicas para la comunidad gitana Castilla-La Mancha aporta un presupuesto de más de un millón de euros. Dice que así se llega a 1.500 familias gitanas, el doble que hace cuatro años. Contó que hay proyectos de intermediación cultural para la inclusión social, de refuerzo educativo o de integración laboral.