El Balonmano Alarcos juega este sábado (19 horas) en la pista del Ibiza un partido crucial en sus aspiraciones de permanencia. Las cuentas son claras. En el caso de triunfo de los manchegos, el Ibiza quedaría relegado matemáticamente al grupo por la permanencia, así que los puntos obtenidos en ese encuentro los arrastraría el cuadro ciudadrealeño, que también ganó a los baleares en la primera vuelta.

Por ello, Martín Dávila, extremo del Alarcos, no dudó ayer en calificar como «una final» el choque de este sábado, que el Ibiza además ha trasladado al pabellón Es Pratet, de dimensiones más reducidas que su habitual escenario, el Polideportivo Blancadona, con el objetivo de crear una mayor presión ambiental.

Tras la derrota en casa ante el Alicante, «hemos analizado errores y creo que donde hay que mejorar es en los finales de  partido. Si corregimos eso, podemos llevarnos los dos puntos. Desde Navidad estamos compitiendo bien, llegamos con opciones a los finales, pero a luego se nos escapan los puntos».

Del Ibiza, el jugador gallego advierte que «tiene una gran plantilla y cuentan con opciones aún de luchar por el ascenso. Por eso, también para ellos es una gran final porque necesitan ganar para meterse en ese grupo por el ascenso».

Martín Dávila confiesa que el formato de competición actual «es un poco caótico porque nunca sabes si los puntos que logras te van a valer o no. Pero es lo que hay y este sábado sabemos que dependemos de nosotros y que si ganamos esos dos puntos nos van a servir en esa lucha por la salvación».