El ex rector de la UCLM Ernesto Martínez-Ataz de 2003 a 2011 creó al dejar el cargo el Instituto de Investigación en Combustión y Contaminación Atmosférica (ICCA), un espacio puntero en el análisis de los gases de y posibles cambios en el uso de combustibles o biocombustibles, del que es su director desde su fundación. 

¿Qué es es el Instituto de Investigación en Combustión y Contaminación Atmosférica?

La formalización del instituto fue a finales de 2011 y comenzó su andadura en el año 2012 para focalizarse en los temas de investigación relacionados con la combustión y con los productos de la combustión, fundamentalmente de los motores diésel y también para los estudios de contaminación atmosférica. En líneas generales son los estudios de reacciones químicas que tienen lugar en la atmósfera, que tratan con contaminantes atmosféricos. Los principales oxidantes atmosféricos en la atmósfera son el radical OH, el radical del nitrato, el ozono y luego parcialmente átomos de halógenos que degradan o reaccionan con los contaminantes atmosféricos y dan lugar o pueden dar lugar a unos aerosoles o productos que puede ser también contaminantes. No es natural la cantidad de contaminantes que puede haber en la atmósfera, que es realmente lo que tiene importancia para la contaminación atmosférica.

¿Qué ha pasado en Castilla-La Mancha para surgir un instituto de investigación de este tipo?

Surgió como una idea porque había dos equipos de investigación muy prestigiosos a nivel nacional e internacional. Uno es el equipo de investigación de la Escuela de Ingeniería Industrial de Ciudad Real, el del profesor Magín Lapuerta y de Juan José Hernández, gente que ha trabajado en máquinas y motores térmicos durante muchísimos años y tiene una gran experiencia, no solamente son los procesos de combustión y los productos que se generan, sino que ha ensayado con biocombustibles. Por otra parte estaba el grupo de investigación de contaminación atmosférica que lleva 30 años, desde que llegué aquí, trabajando en estos temas.  Los institutos en España como este y los grupos de investigación en contaminación atmosférica son muy colaterales y en su caso muy pequeño. Había una potencialidad y convenía y merecía la pena que nos uniéramos en este instituto para darle un mayor desarrollo. En realidad somos gente que pertenecemos a las plantillas universitarias de la Facultad de Química o de la Escuela Superior de Ingenieros Industriales fundamentalmente y que se agrupan en una línea de investigación para desarrollarla y para tener una presencia en el mundo nacional e internacional en estos temas para que sea una seña de identidad de la universidad y del equipo de investigación.

La UCLM lleva, por lo tanto, 30 años de investigación en contaminación. ¿Se hace más caso ante las noticias que surgen sobre el cambio climático? 

A nosotros siempre nos ha considerado quien fundamentalmente nos importa que es la comunidad científica y en eso hemos tenido una acogida magnífica. Nuestros trabajos de investigación se han publicado en revistas del máximo prestigio en contaminación atmosférica y en combustión de motores. El que tenga más o menos consideración o más o menos atención por el resto de la sociedad es un problema que corresponde a la sociedad. Nosotros estamos al servicio de ellos pero fundamentalmente de nuestra investigación científica. De hecho, excepto la parte que corresponde el mantenimiento de las plantillas nuestra financiación es externa.

¿Cuál es el futuro de estos estudios sobre contaminación?

Tiene una importancia muy alta aunque hay que distinguir varias facetas de este asunto que se mezclan indebidamente, probablemente por el desconocimiento de quien la formula: por una parte está el cambio climático, por otra está el papel de las energías renovables entre otras cosas como minimizador de los efectos del cambio climático y por otra parte lo que es el efecto de la contaminación atmosférica. La contaminación atmosférica es un fenómeno local. En los puntos donde se genera, que son las grandes ciudades y los entornos de las grandes ciudades, no tiene efectos más allá de decenas o una centena de kilómetros sobre el punto donde se generan. La contaminación regional son los efectos, por ejemplo, de la lluvia ácida que tienen un efecto mayor en las distancias. Pueden ser los efectos de la lluvia ácida de los países nórdicos, en general se generan en Polonia, Alemania o Reino Unido. Por último está la contaminación global, que es la que da lugar al cambio climático que, fundamentalmente, es la emisión de los gases efecto invernadero. Este es un fenómeno global. La contribución de España a la emisión de gases efecto invernadero no llegaría al 1%. Por muchos esfuerzos que hicieran España o Europa en cambio climático, en la limitación de los gases de efecto invernadero, si no lo hacen el conjunto de países las consecuencias serán las mismas. China es un emisor importantísimo de gases efecto invernadero, Estados Unidos después pero bueno también India, Rusia, Japón, Brasil... España puede tener una contribución de un 1%, no llegará. Tiene que ser una operación conjunta, si no llegaremos al fracaso de un cambio climático cómo se anuncia, que es cierto y que no discuten nadie que tenga un poco de sensatez y conozca los hechos experimentales y científicos.

En ese plano local, ¿se echa de menos que alguien diga cómo se aplica en la práctica los estudios del instituto?

No siempre es fácil conectar inmediatamente los estudios de investigación con las prácticas. Nosotros tenemos una unidad móvil de monitorización de contaminantes atmosféricos que hemos llevado a punto tan distintos como es el entorno de Puertollano o los parques nacionales. Sirve para monitorizar la presencia de terminado gases que pueden ser nocivos o importantes en la contaminación atmosférica. En la parte práctica tenemos también una línea de investigación sobre el estudio de contaminantes en el aire interior, que se le ha prestado poca atención en Castilla-La Mancha, en España, en Europa y en el mundo. Esta es una línea que se va vigorizando mucho porque algunas veces la importancia de los contaminantes de aire interior son casi tan importantes o más por diferentes razones que los contaminantes exteriores. En cuanto a la relación y el asesoramiento, la Junta de Comunidades tiene unos buenos observatorios de monitorización sobre qué es lo que pasa en los principales focos de emisión de contaminación atmosférica, como lo tienen otros conjuntos de comunidades autónomas. Eso en general se lleva bien, lo que haría falta es potenciar más la investigación en general en contaminación atmosférica y también en los resultados de todos los procesos de combustión, fundamentalmente, con motores diésel qué es lo que estamos trabajando de una manera intensiva. No siempre las aplicaciones directas de lo que se hace en investigación tiene una aplicación directa e inmediata. Lo que sí sabemos es que si no se hace un esfuerzo en investigación básica y aplicada pasado el tiempo tendremos poca ayuda del conocimiento para resolver nuestros problemas diarios, cotidianos o directos. 

¿Vamos camino del momento de no retorno del cambio climático?

No voy a atemorizar pero lo que sí es cierto es que el cambio climático es irreversible. El problema de la contaminación de las ciudades se produce por el tráfico, las calefacciones y los focos industriales. Siempre cabe posibilidad de reducirlo a la mitad, siempre podría uno decir que el combustible de calefacción va a ser la mitad o que los coches no van a entrar y, por lo tanto, gran parte de la contaminación atmosférica local se reduciría. En cuanto a la emisión de contaminantes de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el retorno no es fácil porque la vida media de los gases de CO2, de metano y de ozono troposférico que hay en la atmósfera es de muchos años. Por lo tanto, una vez emitidos no desaparecen ni por reacción con otros, ni fácilmente y el efecto invernadero lo continúan haciendo. El problema del calentamiento global es que es un proceso irreversible, suba más rápido o suba más lento la temperatura. Es irreversible el CO2 está en la atmósfera, el metano que está en la atmósfera y los elementos clorofluorocarbonados ahí están, van a actuar de filtro, van a aumentar la temperatura terrestre y eso va a tener repercusiones muy altas, no solamente sobre el clima sino sobre la flora y la fauna. No lo deberíamos de tomar muy en serio. Hay que tomar no solamente iniciativas privadas, como la de la danesa y de los jóvenes, sino sociales y gubernamentales porque es un efecto serio. ¿Van a ser las consecuencias el año que viene? Pues no lo creo pero las consecuencias van a existir y deberíamos hacer algo.

¿Se echa de menos el rectorado?

En absoluto. Me presenté a rector, le dije a la comunidad universitaria quién era y me podían elegir o no, hice mis propuestas y me presenté a rector para regir. Tenía mis propuestas y quería llevarlas a la comunidad universitaria. Lo hice durante ocho años y desde el principio yo sabía que no iba a estar más tiempo y así se lo dije a mis colaboradores  y luego volví a mi actividad académica que es lo que soy: un profesor y un investigador. 

¿Se arrepiente de algo o hay algún aspecto en el que ocho años después se alegra de haberlo hecho?

Solo los tontos no se arrepienten de nada. La gente que tiene que tomar decisiones alguna vez se equivoca.  Lo cierto es que yo tenía una idea de universidad y lo que quería hacer con universidad en La Mancha. Imprimí un liderazgo y yo quería que nuestra universidad estuviera al menos en el tercio de cabeza de las universidades públicas españolas. Tuvimos la oportunidad de hacer un reclutamiento de recursos humanos, que lo más importante porque cualquier obra humana y de hacerlo con el criterio adecuado. No simplemente se trata de reclutar a personas porque sean de Ciudad Real o de Albacete... Hay que buscar a las mejores personas. Hicimos aciertos muy importantes y hay proyectos de los que yo me siento muy satisfecho y muy orgulloso.

¿Cuál es el estado de la investigación?

En los últimos años hemos tenido pocos fondos, fundamentalmente a nivel nacional y como es lógico a nivel local. Ha habido una época de restricción económica muy importante porque España en su conjunto como país pasó una situación muy mala y hemos tenido muy poca financiación. Además por muchas promesas que se hagan de financiación luego no terminan plasmándose del todo. El 1,2 por ciento del PIB es mucho más bajo de lo que nuestros socios europeos están dedicando investigación y deberá ser no solo por lo menos como la media, de más del 2%, sino más si queremos adaptarnos al futuro. Esto es lo que nos debe preocupar: el proyecto como país y que afecta también al proyecto de futuro de las universidades, y de la investigación. En el futuro estará el que haya sido más listo y el que haya trabajado más y se haya esforzado más. El secreto de todo es muy sencillo es el trabajo, el esfuerzo, el compensar y el asignar por el mérito. Nosotros como país tenemos que solucionar los problemas que de momento tenemos y esto no necesita solo palabras sino inteligencia, trabajo y esfuerzo. 

Si en enero se jubila, ¿cuál va a ser el futuro de Martínez-Ataz tras llevar media vida vinculado a la universidad?

Más de media vida porque llevo desde los 22 años como becario y luego cotizados 43 o 44 años. No lo sé, seguramente, pediré ser profesor emérito, que tiene la consideración de jubilado, cobras como jubilado, pero tiene la ventaja de que puedes seguir viniendo a la casa, estar con los compañeros y algunas veces dar consejo a los jóvenes.  Los jóvenes tienen que proyectar y diseñar el futuro pero de vez en cuando tienen que preguntarle a los más mayores las experiencias, luego le pueden hacer caso o no. Estaré a disposición de mi universidad y de mi trabajo y estaré con mi gente que son, en gran parte, muchos de los que se formaron conmigo. Estoy muy a gusto con ellos, me trata muy bien y tenemos un trabajo que yo agradezco mucho y que para mí es un lujo. No me gustaría apartarme del todo, entre otras cosas, porque tampoco tengo muchos hobbies y mi vida ha estado y está en esto.