José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Historia y vida

27/04/2022

Tomo prestado el nombre de una reconocida revista de historia creada en el siglo pasado en Barcelona para dar cuenta de la llegada a librerías –ahora que comienza el ciclo de sus presentaciones, en Madrid, Toledo y Ciudad Real– del trabajo memorialístico de José María Barreda Fontes (Ciudad Real, 1953), Historia vivida, Historia construida (Almud ediciones, 2022). Conviene retener en ese recuento del pasado lo afirmado por Mar Augé: «La memoria y el olvido guardan en cierto modo la misma relación que la vida y la muerte». De aquí la pertinencia de hablar de historia y de vida como formas de memoria. 
José María Barreda, conocido representante de la política local, provincial y regional entre 1983 y 2019, se aviene a contarnos las cosas cómo fueron, o cómo fueron vividas desde diferentes representaciones públicas ejercidas. Un recuento, por ello, entre la historia y la vida, o si se quiere entre la historia y la memoria. Y ello, pese a que el título de la obra se resista –de hecho, el título de la obra lo elude– a incorporar el término memoria en su denominación y filiación, en una conjetura que no puede ocultar, pese a todo, la subjetividad de muchos pasajes como se cuenta y dice en el capítulo Hijo de vencedores, compañero de los vencidos, que constituye una suerte de proemio o nota de lectura previa. Y también un aviso a navegantes.
En ese recorrido histórico –que supone, por cierto, una excepción en la memoria de la generación de los 50 de Ciudad Real, generación que ha sido testigo y/o artífice de todo el proceso de transformación sociopolítica y cultural que conocemos como Transición democrática, ahora tan cuestionada– la obra recorre tres ámbitos bien diferenciados. Ámbitos que van del plano de lo íntimo/familiar a lo personal/amistoso para concluir en el campo abierto y polémico de lo público/político, donde las discrepancias con el relato desplegado pueden hacerse más evidentes. Ámbitos que, pese a sus diferencias conceptuales y cronológicas, cuentan con la misma voz narradora, como si todo fuera un continuo narrable entre vida e historia, que a la postre –y pese a la transferencia existente entre los tres ámbitos citados–, ese último ámbito ocupa el mayor número de páginas, donde, fuerza es decirlo, José María Barreda ha sido partícipe del triple proceso de la transformación política española: consolidación de la democracia, desarrollo del sistema Autonómico e integración en Europa. El balance de ese ejercicio público –con división de opiniones, probablemente– requerirá otras notas y otros medios. Valga por hoy la simple nota de recepción y primer balance de su contenido.