Como oro en paño

Manuel Espadas
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La Carta Puebla y trece piezas del yacimiento de Alarcos llegan esta semana a Toledo tras un viaje con extremas medidas de seguridad

Los operarios de la empresa Edict comienzan a embalar la Carta Puebla. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Ciudad Real presumirá de estar presente en la gran exposición que acogerá el Museo de Santa Cruz de Toledo con motivo de la conmemoración del VIII centenario del nacimiento en la ciudad imperial de Alfonso X El Sabio. Una muestra que inaugurará el rey Felipe VI el día 14 de marzo y que reunirá unas 200 piezas procedentes de museos y lugares del prestigio como El Prado, el Louvre, el Palacio Real, el Vaticano, El Escorial o la Alhambra. En sus expositores se podrán contemplar dos 'tesoros' del patrimonio histórico ciudadrealeño, la Carta Puebla, documento fundacional de la capital firmado por el Rey Sabio que data del año 1264, y trece piezas halladas en el yacimiento de Alarcos correspondientes a la histórica batalla librada en el cerro en 1195, entre las huestes cristianas y el almohades.
Este lunes comenzarán los trabajos dentro del Museo de Santa Cruz para organizar y colocar cada una de las piezas. El pasado viernes dos operarios de la empresa especializada en traslado de obras de arte Edict recogían en el Archivo Municipal de Ciudad Real la Carta Puebla, y después se pasaban por el Museo Provincial para hacer lo propio con una espada, dos puntas de lanza, seis puntas de flecha, una nuez de ballesta, un proyectil, un estribo y una espuela encontradas en 'la fosa de los despojos' de Alarcos. Tras ser almacenadas durante el fin de semana en Madrid, en los próximos días serán ubicadas en sus lugares definitivos en el museo toledano.

 

Cadena de custodia

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Valeriano Villajos saca la Carta Puebla del Archivo Municipal.
Valeriano Villajos saca la Carta Puebla del Archivo Municipal. - Foto: Tomás Fernández de Moya
La Carta Puebla es introducida en su caja de transporte, cerrada con tornillos y un precinto.
La Carta Puebla es introducida en su caja de transporte, cerrada con tornillos y un precinto. - Foto: Tomás Fernández de Moya
José Ignacio de la Torre y la técnico Esther Arias observan las piezas del préstamo durante su embalaje.
José Ignacio de la Torre y la técnico Esther Arias observan las piezas del préstamo durante su embalaje. - Foto: Tomás Fernández de Moya
Los operarios de la empresa de transporte, con la supervisión de Esther Arias, realizan el molde de espuma para embalar la espada.
Los operarios de la empresa de transporte, con la supervisión de Esther Arias, realizan el molde de espuma para embalar la espada. - Foto: Tomás Fernández de Moya
Doce piezas del Museo Provincial que serán expuestas en Toledo.
Doce piezas del Museo Provincial que serán expuestas en Toledo. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Pero no se trata de un traslado normal. Todas las piezas han sido tratadas como oro en paño desde el momento en el que abandonaban sus emplazamientos originales, tanto por su minucioso embalaje como por el exigente protocolo de cadena de custodia, por el cual una persona responsable ejerce la figura de 'correo', dando fe su buen estado cuando son introducidas en las cajas de transporte, que quedan selladas con precintos, y también estando presentes en el momento en el que las cajas se abren y sus 'tesoros' quedan expuestos en unas vitrinas que, también, quedan precintadas y con unas condiciones ambientales concretas: a 18º de temperatura, un 55% de humedad y una iluminación no superior a los 50 luxes en el caso de la Carta Puebla, al tratarse de un pergamino; y con un margen de 18/22º y 45/55% de humedad en el caso de las piezas de hierro de Alarcos. Un traslado bajo unas extremas medidas de seguridad que, además, está asegurado (15.000 euros en el caso de tener que realizar algún trabajo de restauración en la Carta Puebla y 5.250 euros para las piezas del Museo Provincial).
Pese a todo, Valeriano Villajos, correo de la Carta Puebla, que no salía de Ciudad Real desde la Expo 92 de Sevilla, reconoce que «hasta que no vuelva a casa, no estaremos tranquilos». El director del Museo Provincial, José Ignacio de la Torre, correo de sus trece piezas, está más habituado a unos préstamos que «dan visibilidad al museo y a la ciudad».