El tradicional Concurso Hípico de Saltos de la Feria de Ciudad Real regresó este jueves dos años después, y lo hizo con un gran éxito de público en una jornada muy singular. Aunque era la de menor envergadura en cuanto al nivel de las pruebas y al número de participantes, sí fue la más especial y atractiva tanto para los jinetes y amazonas locales como para los más pequeños, en un día de puertas abiertas que desbordó todas las previsiones de los organizadores.

Y es que el Club Hípico Mabelka contaba con una inscripción previa de unos 70 menores, pero la repercusión mediática de la actividad llevó a numerosos padres a intentar apuntar a sus hijos a última hora, fuera del plazo oficial, ante lo que la empresa organizadora, One to Go, decidía atender a todos ellos. Así, desde las 19 horas hasta pasado el cierre de esta edición, decenas y decenas de niños y niñas, de entre 4 y 14 años, pudieron pasear sobre los lomos de tres ponis y acariciar y cepillar a un cuarto. «Los caballos transmiten a los niños serenidad y cariño, además de responsabilidad en su cuidado», destacaba Cristina Gómez, responsable de equitación base del club, que también aconseja esta actividad para combatir el estrés, la depresión e incluso los vicios posturales de la espalda.

Mientras estos cuatro ponis de Mabelka hacían felices a los pequeños y a sus padres, sobre la arena de la pista central de la Ciudad Deportiva de Larache se disputaban las tres primeras pruebas de este LIII Concurso Hípico de Saltos, las  orientadas a competidores noveles. En la primera de ellas, con obstáculos a 0,50 de altura, se imponía Cayetana Díaz Belló, sobre Hanfry. En la prueba sobre 0,80 ganaba Daniel Torres Hernández, con su montura Hamilton de Tannach. Por último, en la serie sobre 1,00, el mejor era Alfonso Gómez-Morán, a lomos de Directora de Almagreros.

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