«Se colocará una placa junto al busto de Javier Segovia»

D.A.F.
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Es profesora de canto y desde el pasado año tomó el relevo en la presidencia de la Asociación de Amigos de Javier Segovia

«Se colocará una placa junto al busto de Javier Segovia» - Foto: Rueda Villaverde

Nacida en Ciudad Real, es profesora de canto y desde el pasado año tomó el relevo en la presidencia de la Asociación de Amigos de Javier Segovia. Pero antes de ello Ana Isabel Fernández fue una de las voces femeninas más reconocidas de la asociación.

En 2022 se convirtió en presidenta de la Asociación de Amigos de Javier Segovia ¿cómo tomó la decisión de hacerse cargo de la presidencia?

El año pasado tuvimos que cambiar la Junta Directiva y me propusieron a mí como presidenta. Acepté con mucha ilusión y con mucha responsabilidad sobre todo y también con muchísimo apoyo por parte de todos, que se han propuesto facilitarme las cosas en todo lo posible y ayudarme en todo lo que puedan.

¿Cómo le gustaría que se notara su paso por la presidencia del grupo?

Ante todo, quiero que la gente siga disfrutando de lo que hacemos porque tenemos un público que nos sigue en todo lo que hacemos. También me gustaría dar también un tipo de música actual o un poquito más joven en los espectáculos que hagamos en el futuro.

El 7 de febrero es el aniversario del fallecimiento de Javier Segovia, ¿cómo le recordarán?

«Se colocará una placa junto al busto de Javier Segovia»«Se colocará una placa junto al busto de Javier Segovia» - Foto: Rueda VillaverdeEl Ayuntamiento nos ha proporcionado una placa identificativa de Javier Segovia, para que todo el mundo lo conozca. Se colocará junto al busto que hay en los jardines del Prado. El martes por la mañana iremos allí a inaugurarlo y por supuesto, interpretaremos el himno de la Pandorga.

¿Cómo entró en contacto con la obra de Javier Segovia?

Yo era muy pequeña, estudiaba en el Instituto Juan de Ávila, cuando conocí esta asociación. Fue gracias a dos profesores, Javier Naharro y Jesús Romero. Me engancharon preguntándome si me apetecía integrarme en un grupo de personas que cantaban canciones de un cantautor ya fallecido, que hablaban de la tierra, de Ciudad Real, con temas reivindicativos... A mí me llamó la atención, me gustaba cantar y desde ese momento  empecé con ellos.

Sus espectáculos en Ciudad Real siempre son un éxito de público, ¿también les reconocen por la calle cuando se bajan del escenario?

Hay algunos que sí, nos paran por la calle para comentarnos lo que les gustó la última actuación, «¡Qué bien os ha salido!»; o para preguntarnos cuándo va a ser el próximo. Son personas que ya se convierten en conocidas, que van a nuestros espectáculos ya sean en los jardines del Prado o en el Quijano, que les gusta.

A finales de este mes, el día 22, estarán en el Quijano con el espectáculo De película, ¿en qué consiste?

Ese día, a las 20.30 horas vamos a montar nuestro espectáculo. Es el mismo que hicimos en El Prado en julio de 2022. Lo componen canciones de películas antiguas, otras de Disney, para que la gente joven pueda también sentirse atraída por el espectáculo, además de algunas canciones un poquito más actuales y tampoco podemos dejar de rememorar la figura de Javier Segovia, del que interpretaremos varias de sus canciones.

¿Cómo se consigue mantener el grupo unido y que sus miembros asistan a los ensayos de forma constante?

La verdad es que yo estoy deseando que lleguen los lunes, que es el día que ensayamos, para ver a mis amigos. Llevamos mucho tiempo haciendo esto y nunca había pensado en cómo lo hacemos. Simplemente, disfrutamos de lo que hacemos y sobre todo, todos disfrutamos de la música de cualquier ámbito, de cualquier estilo, nos gusta cantar, nos gusta tocar y nos gusta juntarnos para hacer música.

Otro momento estelar de la asociación es la interpretación del himno de la Pandorga en la plaza Mayor, el 31 de julio, ¿cómo vive ese día?

Soy ciudadrealeña de pro y me gusta mucho la Pandorga. Al principio lo hacíamos en el balcón, pero no se nos oía y un año nos dijeron que nos pusiéramos en el escenario. La gente participa, toca las palmas, se ríe, la plaza se llena. La mayoría repite el estribillo, pero cada vez hay más que lo cantan entero.