Nacida en Galati (Rumanía), Amelia Tiganus fue vendida como esclava sexual y llegó a España para ejercer la prostitución. Su libro La revuelta de las putas fue un aldabonazo de conciencia, que tuvo una secuela en forma de cómic, titulado Amelia. El pasado viernes recibió en Ciudad Real el I Premio Concha Tolosa contra la violencia de género.

Protagoniza numerosos actos públicos, pero recibir premios como el Concha Tolosa ¿qué significa para usted?

Siempre que recibimos un premio es algo que nos ayuda a seguir luchando, a reforzar nuestra causa, pero en este caso concreto, recibir este premio que lleva el nombre de Concha Tolosa, es algo que me llena de humanidad. Es la primera vez que recibo un premio tan humano, tan especial y me compromete más a llevarlo con la misma humanidad y la misma hondura que Concha había demostrado durante muchos años de lucha feminista y así me lo han trasladado quienes han tenido la suerte de conocerla personalmente.

¿Cómo fue el paso para poner todas esas experiencias por escrito y publicarlas?

El proceso de salir de la prostitución a veces es a través de la propia exclusión que hacen las personas que manejan el sistema prostitucional. Cuando las mujeres ya no somos lo suficientemente jóvenes acabamos  siendo excluidas. Lo que te lleva a dar un paso más y a convertirte en sujeto político de lucha, creo que tiene que ver con esas mujeres y, en mi caso, ha tenido que ver con que he podido encontrar un entorno que me ha apoyado, que me ha sostenido, que ha sabido ver en mí algo más que un cuerpo a disposición de los hombres y también que he descubierto el movimiento feminista. El recibir el apoyo del movimiento feminista, de otras mujeres, es el causante de que yo pudiera convertirme en lo que soy hoy en día.

Cuando se encuentra con otras mujeres que han pasado por esa misma experiencia, ¿cómo es ese acercamiento?

Trabajo mucho a través de una asociación con otras compañeras en Bilbao. Trabajamos con mujeres que han sufrido violencia sexual. Cuando ha llegado alguna mujer que ha sido afectada prostitucionalmente, si en algún momento le apetece contar lo que le ha pasado en la vida, adelante. Agradecen mucho encontrar un espacio donde no son juzgadas, donde se pueden quitar el peso que llevan sobre sus hombros y ahí pueden reconstruir su personalidad, que es lo que nos convierte en seres humanos.

Hay datos de que los jóvenes son los mayores usuarios de la prostitución, ¿cómo se puede dar solución a ese problema?

Son datos de la Policía Nacional, los clientes de la prostitución son cada vez más jóvenes. Es importantísima la educación desde la edad temprana. Nosotras trabajamos en una serie de acciones que consiguen empatizar con los jóvenes y romper esa dinámica que les lleva a acudir a la prostitución, a veces sin desearlo realmente. Hay que superar las dinámicas de grupo, la presión, el desconocimiento social. Lo hemos trabajado a través del cómic, a través del libro, a través de charlas en Youtube. Hay que despertar la empatía en los hombres, en especial en los jóvenes, eso es importantísimo para acabar con la prostitución y la discriminación sexual de la mujer.

Después de un libro de éxito y un cómic, ¿va a lanzar nuevas publicaciones?

Estoy inmersa en escribir dos libros, uno es un ensayo y otro más personal e íntimo, un libro de poesía.