A dos semanas de que comience el juicio con jurado por el crimen de los Rosales la noche del 29 de enero de 2020, el acusado Francisco Seco de Herrera está «tranquilo» y confía «plenamente» en el Tribunal del Jurado. Precisamente, según ha podido saber este diario, esta mañana, en la Audiencia Provincial de Ciudad Real se va a proceder a la elección del jurado encargado de enjuiciar los hechos ocurridos sobre las 21.30 horas del 29 de enero de 2020 cuando presuntamente acabó con la vida de su vecino Antonio Isidro González Gascón, de 60, en la puerta de su vivienda de la calle Arrayanes de la urbanización los Rosales de Ciudad Real.

Francisco Seco de Herrera lo niega y «confía en el jurado» porque le avalan unas pruebas científicas «contundentes» como son los informes forenses, asevera en declaraciones a La Tribuna el abogado Francisco Carmelo Risueño Jiménez, que se ha hecho cargo de su defensa. En el arma homicida, unas tijeras «no hay huellas dactilares del acusado ni sangre suya, sino del muerto», afirma el letrado aludiendo al informe pericial que recoge el resultado del análisis de las muestras recogidas de las tijeras. Sin embargo, la Fiscalía y las acusaciones particulares consideran que hay pruebas de que Francisco Seco es autor de un asesinato y piden una condena de hasta 30 años de cárcel.

Pero el abogado Risueño Jiménez ni siquiera contempla un homicidio por imprudencia por los informes biológicos que según remarca indican «ausencia de huellas del acusado en las tijeras», que no eran suyas. El letrado asegura que hay elementos "determinantes" y está convencido de que va a poder probar la inocencia de su representado, a quien visitó la semana pasada en la prisión de Herrera de La Mancha donde está desde que pasó a disposición judicial por la muerte de su vecino. «El arma homicida la puso en escena esta persona. Las tijeras eran suyas», recalca el abogado en contra de las tesis que mantienen las acusaciones: discutieron y el acusado le clavó presuntamente las tijeras en el cuello a Isidro González. El abogado Federico Castejón, que ejerce la acusación particular en representación de la viuda, considera que el encausado tenía planeado acabar con la vida de su vecino y por eso eleva la petición de condena a 30 años de cárcel

El abogado Francisco Risueño, por contra, sostiene que fue el vecino quien "inició una agresión verbal y física con el acusado, quien tras los hechos presentaba unas lesiones en el arco del ojo por un puñetazo que le propinó". También dice que se clavó las tijeras en el forcejeo. De ahí que pida la absolución para su cliente.

El cadáver de Isidro González presentaba heridas en zonas vitales del cuello, una de ellas mortal, y en el tórax. La Fiscalía pide una condena de 20 años de cárcel para el acusado. El juicio comenzará el 4 de octubre.