Después de decir adiós al sueño de la Copa del Rey y ser apeados de la Copa RFEF, el Villarrubia se centra ya en la liga, donde el peaje que ha pagado el equipo de Miguel Aroca ha sido bastante caro. Atrás quedan ya esas semanas interminables de miércoles/domingo donde apenas había tiempo para el descanso.

Una vez cerrada la plantilla prácticamente y tras pasar una fase del calendario con muchos compromisos, el Villarrubia se centra desde ya en su verdadero objetivo; la liga. Y ese objetivo no es otro que intentar terminar lo más arriba posible sin renunciar a nada.

Pese a que la liga es más corta de lo habitual por los 16 equipos que hay en liza, todavía le queda cierto margen de maniobra al equipo blanquiazul, que es undécimo con seis puntos.

Por lo tanto, recuperar la impronta y la fiabilidad en casa es uno de los principales objetivos del equipo blanquiazul. De aquí al parón de mediados de noviembre, el Villarrubia recibirá este sábado al Tarancón y viajará a Quintanar del Rey y Tomelloso de manera consecutiva. Así, sumar el máximo de puntos posible y no perder comba con los de arriba es el principal reto.

La plantilla blanquiazul descansó el domingo y lo hará también hoy lunes. Este martes volverá al trabajo para preparar el partido de este sábado ante el Tarancón e intentar recuperar a varios jugadores que están entre algodones.