La Asociación Ojos del Guadiana Vivos (AOGV), de la que forman parte científicos, investigadores y técnicos, ha asegurado este martes que la situación de "catástrofe ecológica" que supone la sobreexplotación del agua en el Alto Guadiana es fruto de un modelo de desarrollo "obsoleto y suicida".
Según han manifestado a Efe fuentes de esta asociación, este modelo "ha dilapidado en las últimas décadas el principal patrimonio de esta tierra, de esta comunidad autónoma y una de las singularidades más notables de este país y del continente europeo, como es el agua".
Así se han manifestado ante la celebración este miércoles, en Alcázar de San Juan de una jornadas organizadas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) bajo el título 'El Alto Guadiana, una responsabilidad de todos', en las que participará el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.
En opinión de este colectivos, no es cierto que la responsabilidad de la situación en la que se encuentran los acuíferos y las masas de agua del Alto Guadiana sea una responsabilidad de todos, lo es, ha dicho, "de unos cuantos políticos y otros agentes cómplices que han consentido, a sabiendas, que prosperase un modelo de desarrollo obsoleto y suicida que ha dilapidado un recurso como es el agua".
Ojos del Guadiana Vivos ha querido también denunciar lo que han considerado una nueva demostración de cómo se "ningunea al sector más concienciado sobre esta problemática", mientras se da protagonismo a "los autores materiales del crimen, que son los agroexplotadores y regantes", con los que "buscan una complicidad perversa que acaba siempre en mayores beneficios para los culpables y en la sistemática malversación de los fondos públicos".
También ha denunciado la gestión que actualmente se lleva a cabo en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, con la dirección y el Patronato a la cabeza, a los que ha acusado de "ser complacientes con los que mantienen el problema desde hace más de quince años".
En este sentido, la asociación ha señalado que "la dirección de este espacio protegido sobre el papel, y olvidado por Parques Nacionales, distrae el problema que existe con obras contrarias a las exigencias de las instrucciones de la arquitectura ambiental".
Y ha recordado que desde que se aprobó la Ley sobre reclasificación del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel en 1980, se conocen "quiénes son los responsables de la ilegalidad, de la sobreexplotación y de la contaminación de las aguas".
Además, ha opinado que cuando el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel va a cumplir 50 años de "despropósitos e insensateces", este sufre uno más, como es la llamada obra de "restauración ecológica" que, a su entender, "no pretende otra cosa que los visitantes vean agua en el entorno de las pasarelas, disimulando el fraude que este espacio natural refleja".