El final de la legislatura en el Gobierno autonómico y en las corporaciones locales y provinciales marca también en la provincia de Ciudad Real, como en el conjunto de Castilla-La Mancha, el final de los planes de empleo públicos puestos en marcha por el Ejecutivo regional, con apoyo de los consistorios y la Diputación, y también de los planes municipales que se han impulsado desde los propios ayuntamientos. Estos planes, además de ser una alternativa para el empleo para desempleados de larga duración, estaban especialmente orientados para todos aquellos que habían perdido la prestación por desempleo y para los parados que estaban a punto de agotarla, para garantizar un ingreso mínimo en todos los hogares. En esta legislatura, en la provincia de Ciudad Real, la cobertura por desempleo ha crecido cinco puntos gracias a estas iniciativas, que han logrado incrementar el impacto de las diferentes iniciativas para el desempleo que se articulan desde el Estado.

Según las cifras del Ministerio de Trabajo recopiladas por La Tribuna, en la provincia de Ciudad Real la tasa de cobertura del paro es del 48,2 por ciento, o lo que es lo mismo, que prácticamente la mitad de los desempleados ciudadrealeños perciben algún tipo de prestación por desempleo, ya sea el subsidio en sí o cuantías de programas como la Renta Activa de Inserción. En concreto, en el mes de febrero de este año, el último computado por el departamento de Trabajo, las prestaciones por desempleo llegaban a 22.882 parados de la provincia dentro de los 47.399 que había en total en el territorio ciudadrealeño. La cifra sigue siendo escasa, porque significa que más de la mitad de los desempleados ciudadrealeños no tienen garantizado ningún ingreso a final de mes, pero basta echar la vista atrás para ver el impacto de los planes públicos en una tasa de cobertura que al inicio de la legislatura era del 43,65 por ciento, y que llegó a bajar hasta el 42 por ciento.

En febrero de 2015, al final de la pasada legislatura, sólo 28.760 de los 65.881 desempleados provinciales percibían algún tipo de subsidio o ingreso por su situación, y la cifra empeoró antes de la puesta en marcha del primer plan regional, ya en el año 2016, porque en febrero la tasa de cobertura cayó hasta el 42 por ciento (26.134 parados percibiendo ingresos del Estado de 62.085 desempleados totales). Desde entonces, la cifra ha mejorado poco a poco, pasando a ser del 45,8 por ciento en febrero de 2017 (25.638 de 55.889) y del 47,4 por ciento en el año 2018 (24.798 de 52.310).

La mejora en las cifras del empleo y la contratación en planes públicos de aquellos parados que estaban a punto de acabar con su prestación ha hecho posible que en estos cuatro años se haya incrementado en cinco puntos la tasa de cobertura, aunque desde los sindicatos siempre han defendido que los planes de empleo son una solución coyuntural al problema del paro, y siguen pidiendo un plan de reindustrialización para garantizar el empleo estable.