El centro de personas sin hogar de Cáritas cerrará el día 30

Hilario L. Muñoz
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La organización toma la decisión dentro de un plan de reestructuración del personal que se retrasó con la llegada de la pandemia en el mes de marzo

usuarios del centro, en una imagen de archivo. - Foto: LT

Cáritas cerrará a finales del mes de septiembre el centro de personas sin hogar Virgen de Gracia de Puertollano dentro de una reestructuración de la organización y de su personal, según apuntaron desde la entidad diocesana. Se trata de una decisión que se había tomado antes de la pandemia, pero que se prorrogó ante la situación del estado de alarma.

El secretario de Cáritas Diocesana, Ángel Ruiz-Moyano, explicó en declaraciones a La Tribuna de Ciudad Real que la decisión es la misma que se adoptó en el mes de marzo «fruto de una reorganización del personal de Cáritas Diocesana de Ciudad Real» y que decidió aplazar ante el estado de alarma porque se entendía que ese servicio debía prestarse ante la situación derivada de la pandemia. «Desde entonces el servicio se prestó cerrando la puerta de acceso por recomendaciones de la autoridad sanitaria y se atendió solo a las personas que residían y así estamos hasta ahora, lo que implica que las puertas están cerradas a las personas de paso y solo atendemos a los residentes», indicó el secretario de la entidad diocesana.

Cáritas apuntó que la decisión del cierre es firme y que no habrá marcha atrás y entra dentro de «una reorganización del conjunto de Cáritas» en el que se busca responder a otras necesidades y que busca optimizar los recursos humanos y materiales de la entidad. De este modo, parte del personal será destinado a otras tareas. Mientras, los usuarios del centro de la ciudad minera «se van a reubicar en otro centro» , lo que implica su reubicación en otros recursos asistenciales sin poder concretar más.

Desde Cáritas apuntaron que aunque la decisión no ha sido comunicada en esta ocasión, sí se dijo en el mes de marzo, y ha habido escritos durante este tiempo. De todos modos, Ángel Ruiz-Moyano apuntó que la decisión está tomada y «no hay marcha atrás», ya que la intención es reorganizarse con la búsqueda de atender otras necesidades.