El autobús urbano ha dejado de tener el tirón que tenía. Los años de esfuerzo y de medidas encaminadas a fomentar su utilización, principalmente desde 2015, se vieron truncados con la pandemia de coronavirus, que asestó un golpe tremendo al número de usuarios, del que este servicio todavía está lejos de recuperarse.

En 2020 se tocó suelo. El confinamiento y las posteriores restricciones a la movilidad condicionaron sobremanera las cifras de este medio de transportes que, como muchos otros o prácticamente todos en España, se anotaron la cifra más baja de viajeros, apenas un millón a lo largo de los doce meses del año, en concreto, 1.026.879.

Sin embargo, tras el pandémico 2020 llegó algo de mejoría, ya que 2021 cerró con 1.231.684 viajeros, un 20 por ciento más, según los datos facilitados a este diario por el Ayuntamiento de la capital.

No obstante, la cifra todavía está lejos de la alcanzada en 2019. Por aquel entonces, el equipo de Gobierno de la capital se congratulaba de los resultados que arrojaba este servicio, que crecía año tras año en número de usuarios y que marcaba su récord con casi dos millones de personas: hasta 1.989.421 viajeros.

Ahora los datos de transporte público arrojan 757.737 viajeros menos que antes de la pandemia, con una de las cifras más bajas de utilización a las puertas de la implantación de la llamada Zona de Bajas Emisiones, el 'Ciudad Real central' que expulsará de todo el interior de la ronda a los vehículos más contaminantes y que debe estar en marcha antes del año 2023, según determina la Ley de Cambio Climático.

Desde el equipo de Gobierno reconocen que el transporte público será un eje central sobre el que pivotarán las medidas que se pondrán en marcha de cara a la puesta en funcionamiento de la Zona de Bajas Emisiones, ya que será el medio de transporte que permitirá la conexión «entre el centro y los aparcamientos disuasorios» de fuera de la ronda. Es decir, el autobús urbano debe cobrar una gran relevancia para todos los usuarios que actualmente utilizan su coche para llegar al centro y que a partir de esos años no podrán hacerlo debido a la antigüedad de sus vehículos, que deberán quedarse fuera de ronda.

Para fomentar que la gente se vuelva a subir al bus y tirar al alza de estas cifras, el Ayuntamiento estudia diversas medidas que de momento no da a conocer, pero se podrían incluir campañas de información sobre los beneficios del uso del transporte público urbano.

Para el Consistorio de la capital las cifras obtenidas en 2021 van «en la línea de otras ciudades de tamaño similar a Ciudad Real», cuyo nivel de recuperación de estos servicios suele estar «entre el 60 y el 75 por ciento». Así pues, destaca que en el año 2021 en Ciudad Real se llegó al 62 por ciento de usuarios, en relación a los casi dos millones que hubo en 2019, y «hasta el 65 por ciento en la recaudación respecto a los datos de 2019», informó a este diario la edil de Movilidad, Raquel Torralbo.

Hay que tener en cuenta, además, que el transporte público siempre ha sido un servicio deficitario para las arcas municipales, que se ha dejado del orden de unos dos millones de euros al año, aunque el compromiso del equipo de Gobierno siempre ha sido el de apostar por este medio de transporte que están obligados a prestar las ciudades de más de 50.000 habitantes.

Actuaciones de mejora.

El Ayuntamiento de Ciudad Real está ya impulsando actuaciones como la adquisición de autobuses propulsados por gas que, además de renovar la flota de vehículos, permiten reducir las emisiones contaminantes. También ha apostado por un proyecto de paradas accesibles a través de la Edusi, del mismo modo que ya en la legislatura pasada avanzó cambios y ampliaciones de itinerarios, implantó un sistema de abonos o puso en marcha una aplicación informática para informar en tiempo real de los recorridos. Esta aplicación se denomina Moovit.

Por líneas, la que arroja tradicionalmente un mejor resultado es la 1, que recorre la ciudad de forma circular, una línea en cada sentido, con origen y destino el Hospital General. De este modo, la 1A contabilizó el año pasado 269.830 usuarios, 48.030 más que el año anterior, mientras que la 1B se anotó 208.938, lo que supone 36.824 más que un año antes.

No obstante, la línea 2 también experimentó un gran crecimiento en número de viajeros . Es la que une el Hospital General con el AVE e incrementó su cifra de usuarios en 63.282, hasta llegar a los 426.715. La que menos creció es la 5, que conecta el Pilar y la estación de AVE y funciona solo domingos y festivos. A ella se subieron 1.487 usuarios, apenas 434 más que en 2020.