Cerca de 500 vendedores ambulantes protestan en Toledo

M.G.
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La concentración celebrada en el parque de la Vega consigue un amplio respaldo del sector afectado por las restricciones sanitarias y el cierre de mercadillos. Realiza un recorrido por las calles del Casco

Cerca de 500 vendedores ambulantes protestan en Toledo - Foto: Yolanda Lancha

«Para ser un sector que no estaba muy unido el respaldo ha sido importante». Así valoraba esta mañana el representante de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Castilla-La Mancha, Diego Vicente Jareño, el apoyo a la protesta que se celebró por la mañana en la Vega, con una posterior manifestación por las calles del Casco hasta el Palacio de Fuensalida, y contó con cerca de 500 personas. Con  la concentración dejan clara su respuesta, su necesidad de trabajar y, sobre todo, su intención de que las administraciones aflojen con las restricciones sanitarias relativas a la venta ambulante cuando la actividad se ejerce en la calle y existen muy pocas posibilidades de contagio.

Los afectados entienden la gravedad de la situación sanitaria en buena parte de la región y la necesidad  de que Sanidad decrete medidas especiales temporales para frenar los contagios. Sin embargo, no consideran acertado que en muchas localidades, incluida Toledo, se suspendan los  mercadillos o se acoten por sectores y se permita la venta «a unos sí y a otros no» en función de la mercancía que saquen a  la calle.

«No queremos trabajar de cualquier manera,  pero sí al 100% porque no podemos vivir así y no llegamos a finales de mes muchas veces», lamenta este representante. Apunta  que hay vendedores ambulantes que sólo pueden colocar un puesto una vez a la semana y con una actividad tan reducida no alcanzan los ingresos necesarios para salvar el mes.

Por este motivo, piden más sensibilidad a las administraciones y centran sus críticas, sobre todo, en Sanidad, a la que piden explicaciones de los motivos por los cuales se suspenden los mercadillos cuando se imponen restricciones si la venta ambulante se hace al aire libre, la parada de los consumidores en los puestos es breve, se usa la mascarilla y se facilitan geles desinfectantes.

El sector ya se ha reunido con la Delegación de la Junta y confía en alcanzar un acuerdo que ayude a mantener la actividad. En el caso de Jareño, sin ir más lejos, se vio obligado a comprar la mercancía textil de este otoño e invierno hace meses y ahora teme no poder  venderla  y recuperar la inversión.