19 años de cárcel por intentar quemar vivos a marido e hijas

Pilar Muñoz
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La Audiencia de Ciudad Real condena a una mujer a 19 años de cárcel por intentar asesinar a su marido e hijas menores prendiendo fuego a la vivienda ubicada en la calle Palma de la capital

19 años de cárcel por intentar quemar vivos a marido e hijas - Foto: Tomás Fernández de Moya

La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a una mujer a 19 años de cárcel al considerar probado que intentó acabar con la vida de su pareja y sus dos hijas menores incendiando la vivienda alquilada donde residían. El Tribunal también le priva de la patria potestad, es decir no podrá tomar decisión alguna respecto a sus dos hijas.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso La Tribuna, los magistrados de la Sección Segunda que han enjuiciado los hechos ocurridos la madrugada del 4 de junio de 2020 declaran probado que la encausada Tanta Nela G., de origen rumano, es culpable de dos delitos de asesinato con alevosía en grado de tentativa respecto de sus hijas y un tercero en relación a su pareja y padre de las niñas. 

Los magistrados le han impuesto una condena de 19 años de cárcel, ocho por cada tentativa de asesinato de las hijas y tres por la del marido. 

La Sala ha rebajado la pena que solicitaba el Ministerio Fiscal, un total de 25 años, al considerar varios hechos y circunstancias como una atenuante muy cualificada por su estado mental. 

El abogado Buenaventura Velasco defendió en el juicio que es inimputable por la enfermedad psiquiátrica que asegura que sufre: esquizofrenia paranoide. El Tribunal ha considerado que si bien puede tener unas limitaciones por su estado mental, en el momento de los hechos sabía lo que hacía. Sobre las seis de la madrugada del 4 de junio de 2020 cuando su pareja y sus dos hijas menores dormían, Tanta Nela G. cogió un cojín y lo puso tapando la puerta del dormitorio tras meterle fuego. Después incendió las cortinas del salón y salió de la vivienda. Por fortuna, el marido, siempre en alerta, despertó por el humo y sacó a las niñas para posteriormente tratar de apagar el fuego. Vivían en una casa de alquiler y al hombre le preocupaba también los daños que podía causar si el fuego se propagaba incluso a otras viviendas. También llamó a los bomberos. 

Cuando llegaron los agentes de la Policía Nacional, vieron a la acusada en la puerta del bloque de viviendas, en la calle Palma de Ciudad Real. 

Después se fue a la estación, cogió un tren y viajó a Madrid donde fue detenida. Al llegar a la capital de España buscó un centro para obtener comida.

El abogado Buenventura Velasco, que la defiende por el Turno de Oficio, peleó hasta el final para conseguir que se la declarara inimputable. Ahora, con la sentencia condenatoria, de 34 páginas, indica a este diario que "previsiblemente" la va a recurrir en apelación.