Diez espacios Red Natura 2000 de Castilla-La Mancha, tres de la provincia de Ciudad Real, han iniciado el proceso para adherirse al Sistema de reconocimiento de la sostenibilidad del turismo de naturaleza. Es una herramienta creada por las secretarías de Estado de Medio Ambiente y Turismo para identificar y diferenciar espacios de la Red Natura 2000 y empresas que llevan a cabo sus actividades turísticas dentro de los mismos de forma sostenible, garantizando así su compatibilidad con la conservación de la biodiversidad.
Los diez espacios son las zonas de especial conservación (ZEC) y de especial protección para las aves (ZEPA) Sierra Morena y Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real; Montes de Toledo, en Ciudad Real y Toledo; Sierra de Alcaraz y Segura y Cañones del Segura y Mundo y Zona Esteparia de El Bonillo, en Albacete; Serranía de Cuenca; Llanos de Oropesa, Lagartera y Calera y Chozas y Valle del Tiétar y Embalses de Rosarito y Navalcán, en Toledo; y Alto Tajo, en la provincia de Guadalajara. Una iniciativa que estará tutelada, en territorio ciudadrealeño, por la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible y los grupos de acción local Valle de Alcudia, Alto Guadiana Mancha y Entreparques.
El Sistema de reconocimiento de la sostenibilidad del turismo de naturaleza en la Red Natura 2000 tiene como finalidad impulsar un mejor desarrollo y gestión sostenible de dichas actividades en estos espacios, a través de la implicación directa y el compromiso conjunto del gestor y de las empresas de turismo de naturaleza que operan en él. Hasta la fecha, según informa el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, solo se han adherido la ZEC Somiedo (Asturias), la ZEPA y ZEC Sierra de Ayllón (Guadalajara), la ZEC Área Marina del Norte de Menorca (Islas Baleares); y la ZEC Montaña Oriental (Cantabria).
Proyecto regional. Su implantación es uno de los objetivos que persigue el proyecto de cooperación regional Ecoturismo en la Red Natura 2000 en Castilla-La Mancha, que vio la luz en el último trimestre de 2020 y que además de Valle de Alcudia, que ejerce de coordinador, Alto Guadiana Mancha y Entreparques, integra a los grupos de acción local Sierra de Alcaraz y Montiel, Sierra del Segura, Serranía de Cuenca, Campana de Oropesa, Molina de Aragón y Montes de Toledo. Se trata de un primer paso imprescindible para, a lo largo de dos años, crear experiencias de ecoturismo en estos espacios naturales por parte de empresas locales bajo un proceso de formación y acompañamiento, aplicando en todo momento buenas prácticas.
Conchi Escribano, técnico de proyectos de Entreparques, explica que esta iniciativa se desarrollará en varias fases y comenzará con una «piloto» de formación en la que participarán diez empresas del sector por cada grupo de acción local donde se ubican los espacios protegidos. El objetivo; su adhesión al Club Ecoturismo de España y, a medio y largo plazo, la de todo el destino turístico. «También trabajaremos de forma paralela con el gestor del espacio protegido, Desarrollo Sostenible, para avanzar en su uso y gestión», apostilla.
«El turismo de naturaleza y el turismo rural son actividades idóneas para la conservación de estos espacios y su divulgación entre los ciudadanos, así como una vía importante para la puesta en valor de estas áreas protegidas, generando aprecio e implicación en su conservación, que es uno de los objetivos de este proyecto de cooperación», apunta Pedro Antonio Palomo, presidente de Alto Guadiana Mancha. Comenta que el proyecto incluye una batería de actuaciones «orientadas a establecer una innovadora simbiosis entre la administración ambiental que gestiona la Red Natura 2000, las empresas turísticas ubicadas en las nueve comarcas y sus grupos de acción local y las administraciones turísticas regional y nacional, con el objetivo de crear el producto Ecoturismo en Castilla-La Mancha y promocionarlo con garantías» .