Malestar entre clubes y afición respecto a la Copa de España

Eduardo Gómez
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A un mes de su celebración, la Federación Española no ha cerrado qué ciudad albergará el torneo, con todo el trastorno que ello conlleva

Aficionados del Viña Albali, en la pasada edición de la Copa de España, celebrada en Jaén. - Foto: RFEF

Del 9 al 12 de febrero los amantes del fútbol sala tienen marcado en rojo en su calendario  la disputa de la Copa de España. A menos ya de un mes para esa fecha tan esperada por todos, y al cierre de esta edición, la Federación Española seguía sin confirmar la sede de un torneo que era la joya de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) y que cita en cuatro días a los ocho mejor clasificados al término de la primera vuelta, entre ellos el Viña Albali Valdepeñas. 

Aunque las comparaciones son odiosas, la ACB comunicó el 16 de mayo que Badalona acogería la Copa del Rey de baloncesto, que se celebrará del 16 al 19 de febrero con un formato muy semejante. A 9 de enero, el fútbol sala no tiene ni sede confirmada, ni sorteo de emparejamientos.

Esta demora en cerrar un acuerdo con una sede ha generado un tremendo malestar entre clubes y aficionados en general. Sin ir más lejos, David Ramos, técnico del Viña Albali, afirmaba este sábado tras la disputa de la final del Trofeo Junta lo que otros muchos piensan pero no se atreven a decir en público. «Nuestro deporte se merece mucho más respeto. Ya no es por nosotros, sino por los aficionados; no saben dónde va a ser, no saben si se jugará en jueves o en viernes. La gente tiene que organizarse. Hay que ponerse el mono de trabajo de verdad y morir por el fútbol sala, que para eso hay gente que es profesional y se dedica a esto». José Tirado, gerente del Palma, también calificaba ayer la situación como «surrealista».

Cuestionado ayer por este mismo asunto, el presidente del Viña Albali, Luis Palencia, prefería no hacer comentarios, esperando que todo se resuelva cuanto antes.

Todo apunta a que la sede elegida será Granada (Ciudad Real también tuvo sus opciones con anterioridad), aunque el acuerdo final sigue sin concretarse y cada uno se va buscando la vida como puede. 

Miguel Ángel Sánchez, de la peña La Escalera, junto a otros integrantes de esa entidad, tienen reservados distintos alojamientos en la capital nazarí con cancelación gratuita, y ahora necesitan saber cuándo jugará el equipo valdepeñero para pedir permiso o vacaciones en sus trabajos. En el caso de otras peñas que necesitan contratar un autobús para el desplazamiento tampoco pueden cerrar esta gestión. 

«Los aficionados necesitamos planificarnos con más tiempo», resume Sánchez, que pide que «Federación Española y Liga Nacional de Fútbol Sala alcancen un acuerdo y sean sensatos porque este conflicto que mantienen se va a cargar este deporte. El fútbol sala tiene mucha afición y este torneo es una fiesta para el público, pero con estos asuntos se lo van a cargar», avisa el peñista del Viña Albali, lamentando que habrá gente que finalmente no pueda acudir por falta de tiempo para planificarse.