El dueño de la Medular

Christian Sánchez (SPC)
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Kroos demuestra su importancia en el once titular merengue con un partido descomunal en el centro

El dueño de la Medular - Foto: SERGIO PÉREZ

Ese llamado 'estilo-Barça' que Xavi anhela instaurar en el Barcelona, el cual, insiste el técnico azulgrana, le dará la fórmula del éxito en los resultados, o al menos le acercará a ella, lo tiene el Real Madrid, con una base de jugadores en el centro del campo en la que Toni Kroos se erigió ayer como el auténtico líder.

Unas veces es el alemán y otras es Luka Modric, el caso es que el equipo merengue siempre tiene un 'faro' que alumbra su juego en las citas más importantes de la temporada. Da igual el estado de forma de la plantilla, si alguno de los dos saca su cuaderno de bitácora, el partido ya tiene dueño. Y el clásico fue siempre de Kroos.

A sus 32 años, el mediocentro se presentaba en el duelo del Santiago Bernabéu en un momento de crecimiento en el juego. La campaña pasada, donde no pudo mostrar su mejor nivel, pareció de descanso para un futbolista que frente al Barça cuajó su obra culmen en la presente 22/23.

Realizó un total de 55 pases en todo el compromiso, completando 49 (el 89 por ciento). De todos ellos, uno fue esos de los ahora llamados 'pases clave', que dan lugar a una jugada decisiva.

Esta 'penúltima asistencia' se gestó en el centro del campo. Busquets, superado en todas las situaciones por Kroos, le hizo falta, pero el alemán  pudo ejecutar un pase preciso a la carrera de Vinícius antes de caerse para partir en dos el enfrentamiento.

La acción acabó en gol y el guion de la cita ya solo tuvo color blanco, ese que desde un incontestable dominio de la situación, que le convirtió en una pieza totémica en el choque, ejerció el centrocampista germano en la medular.

El Casemiro-Kroos-Modric que durante años se citó de memoria en Chamartín encontró un nuevo jugador de 'contención' (Tchouaméni), pero se antoja más complicado hallar un sustituto para dos futbolistas tocados por la varita de los elegidos como son Modric y Kroos.

Juntos, con diferentes picos de forma, han ejercido un dominio aplastante en el fútbol europeo y mundial en un período imborrable en la historia del Real Madrid.

Ayer Kroos volvió a recordar por qué el madridismo llorará cuando uno de los dos cuelgue las botas y busque un retiro más tranquilo para sus últimas patadas a un balón. El teutón reclamó su sitio como ese mediocentro total que ató en corto a los volantes culés llamados a marcar un estilo imposible.