En 'Mares sin dueño' se viaja muy lejos y sin salir de casa

Hilario L. Muñoz
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La ciudadrealeña Esther Ginés se encuentra embarcada en la presentación de su tercera novela, Mares sin dueño, una novela entrelazada en una isla escocesa, lanzada en medio de una pandemia

En ‘Mares sin Dueño’ se viaja muy lejos y sin salir de casa

 ¿Por qué realizar una novela ambientada en los años 80 y en unas islas escocesas?

Los años 80 me permitían hablar de cómo éramos y nos comunicábamos antes de que la tecnología condicionara nuestra existencia. Considero que hay una línea divisoria entre ambos periodos. Con sus cosas positivas y su lado negativo, como todo en la vida. En cuanto a las islas escocesas, eran el escenario perfecto por la naturaleza de sus aguas poderosas y casi imposibles de domar. No quería un mar apacible, la novela necesitaba un mar que ejerciera casi el papel de ‘malo’ de la historia.

Mares sin dueño es una novela psicológica en la que el pasado cobra fuerza y la relación con la naturaleza. Se trata de aspectos que también forman parte de los dos anteriores.

Cierto. Creo que, aunque mis tres novelas son distintas entre sí, comparten ese aire intimista y psicológico, así como la presencia del pasado entendido como elemento que condiciona el momento en que habitamos. Me gusta mucho esa cita de Kierkegaard que dice que «la vida solo puede ser entendida mirando hacia atrás, pero tiene que ser vivida hacia delante». Encaja muy bien con la filosofía de esta historia, donde para avanzar hacia el futuro primero has de hacer las paces con aquello del pasado que te atormenta.

¿Qué se va a encontrar el lector que conoce su obra y qué el que no la conoce?

Es un libro con el que van a poder viajar muy lejos y sin salir de casa. ¡En tiempos de pandemia, no se me ocurre un modo mejor de venderlo! Comparado con El sol de Argel y En la noche de los cuerpos, el lector de Mares sin dueño recorrerá miles de kilómetros hacia unas islas fascinantes, las Orcadas, en el norte de Escocia, donde la naturaleza es un protagonista más de la trama. En este sentido, el libro presenta un doble viaje: físico y emocional. El viaje emocional aparece también en mis otras novelas, pero el físico es nuevo y ha sido un reto para mí. El lector que ya me conoce encontrará temas que son habituales en mi narrativa: la incomunicación, la identidad, los lazos familiares o la eterna cuestión de si se puede (o se debe) salvar al ser amado…

¿Qué supone lanzar un libro en el año de la pandemia? ¿En qué ha cambiado el modo de abordar la promoción?

Es una pregunta que da para mucho… Supone algo inolvidable, para bien y para mal. Ha sido un año durísimo para todos y el sector cultural ha sufrido mucho. Hemos echado en falta la cercanía de los lectores en las presentaciones, que ahora son a través de internet, una herramienta que ayuda, pero es muy fría. Tampoco ha habido ferias, con el empuje que suponen… pero la gente ha encontrado refugio en los libros, y eso es algo esperanzador. Mucha gente que no leía nunca ha encontrado en la literatura una tabla de salvación y me gustaría pensar que esa gente ya ha establecido un vínculo que irá más allá de la pandemia. Dentro de la situación, me he sentido muy arropada por las librerías que han cuidado mucho a la novela y que lo siguen haciendo meses después, demostrando que los libros nunca deben tener fecha de caducidad.

¿De qué manera cree que puede influir lo ocurrido este año en el futuro de la literatura?

Es difícil preverlo en un país como España, donde por desgracia no tenemos buenas cifras de lectura. Como decía antes, creo que el aislamiento al que nos ha obligado la pandemia ha ‘ayudado’ a que mucha gente se acercara a los libros. En 2020 hemos asistido al triunfo de un ensayo como El infinito en un junco, toda una declaración de amor al universo del libro.  Es esperanzador, sin duda. Creo que todos hemos aprendido mucho de la pandemia y que los libros han ayudado a que pudiéramos evadirnos, salir de casa con la mente, imaginar otras realidades. Ojalá sea el síntoma de una mejoría del sector y de un cambio de hábitos.