El parón de selecciones que ya ha tocado a su fin ha frenado una escalada del interés en LaLiga que se dinamitó con el sorprendente resultado con el que se cerró el clásico (0-4). A ese 'clavo ardiendo' y al rendimiento inmaculado actual se aferra un Barcelona que no se descarta para alzar el título liguero en mayo.
La goleada conseguida en el Santiago Bernabéu volvió a desestabilizar los dos extremos que son Barça y Real Madrid. En el conjunto de Ancelotti afloraron unas sospechas que parecían enterradas. Mientras tanto, la euforia se apoderó de unos culés que, hasta hace dos meses, observaban como una químera el poder optar a luchar LaLiga.
Esta ola de optimismo llega atada también al gran rendimiento que están cuajando los refuerzos que llegaron en el mercado invernal.Avalados por Xavi Hernández, los FerránTorres, Aubameyang o Adama Traoré han sentado de maravilla.
Así pues, desde el feudo azulgrana ya se hacen cuentas y cábalas para imaginar un posible desenlace liguero a su favor. Es cierto que el combinado catalán presenta un calendario más 'sencillo' en este tramo final de temporada que su máximo rival y líder actual de la tabla.
Los blaugrana reciben al Sevilla, segundo clasificado, este domingo, y, a partir de ahí, deberán enfrentarse a Levante (fuera), Cádiz (en casa), Real Sociedad (fuera), Mallorca (en casa), Betis (fuera), Celta (en casa), Getafe (fuera) y Villarreal (en casa). Además, por el camino tendrán que cosechar los tres puntos en el encuentro aplazado ante el Rayo.
De toda la enumeración anterior, en la entidad culé cuenta con sacar todos los puntos que quedan por conseguir. Un 30 de 30 que tendría como enfrentamientos más complicados las visitas del Sevilla y Villarreal (los 'groguet' en la última jornada) y las salidas a Anoeta y al Benito Villamarín.
El Real Madrid presenta un calendario más abrupto en este esprint final. La visita de mañana al Celta en Balaídos ya se ha catalogado como una 'final', sobre todo para calmar el ambiente negativo y no dar alas al ánimo barcelonista. Después, los merengues jugarán contra Getafe (en casa), Sevilla (fuera), Osasuna (fuera), Atlético (fuera), Levante (en casa), Cádiz (fuera) y Betis (casa).
Las salidas al Sánchez-Pizjuán y al Metropolitano parecen, sin duda, mucho más temibles que las que presenta el bloque de Xavi Hernández. Además, a esto hay que añadir una visita a El Sadar que en el club blanco nunca es un 'trámite'.
La baza europea
Mientras tanto, en medio de está vorágine de partidos, ambos conjuntos tendrán que seguir progresando rondas en los dos torneos europeos.
La escuadra blaugrana goza en este caso de algo de 'ventaja' al disputar una competición continental más 'amable' en cuanto a rivales que la Liga de Campeones.El Eintracht no parece un contrincante frente al que Xavi vaya a tener que usar su once de gala.
El Madrid, en cambio, tendrá que medirse al Chelsea. Si los de Ancelotti superaran la ronda, su siguiente rival sería elCity o el Atlético. La exigencia es máxima.