Las terrazas han ganado espacio en la capital. No sólo son más grandes por lo general, sino que también hay más, ya que el pasado mes de junio y de cara a esta temporada estival se había alcanzado en el conjunto de la ciudad la cifra récord de 186, frente a las 176 del año 2021 y las 167 que había en el pandémico 2020. «Cada año van subiendo», informó a este diario la concejala de Sostenibilidad y portavoz municipal, Mariana Boadella, quien atribuyó dicha tendencia al alza a la pandemia, en concreto, a la mayor búsqueda de los exteriores para evitar los contagios de coronavirus.
Por eso, estima que la mayoría de los hosteleros que pudieron ampliar su terraza han mantenido esta posibilidad, siempre dentro de lo contemplado en sus autorizaciones, si bien detalla que otros han solicitado de forma voluntaria su reducción después de que se 'expandieran' para cumplir con la distancia de seguridad antiCOVID, del mismo modo que comentó que en otros casos al vuelto al nivel prepandemia, sobre todo aquellos que se comprobó que podían suponer más impedimentos para la movilidad de las personas. En este sentido, Boadella recordó que el Ayuntamiento no llegó a permitir la ocupación de espacios reservados a la zona azul y que como medida de apoyo al sector en el primer año y medio de pandemia se aplicó, primero, la exención y después, la bonificación a la mitad de la tasa de terrazas.
labor de inspección. Pero este crecimiento del número y del volumen de las terrazas ha venido acompañado de una campaña de inspección que está realizando la Policía Local, lo que Boadella considera determinante para que se respeten todos los aspectos relativos a la ocupación de la vía pública por parte de los hosteleros.
«Hay un poco de indisciplina y a veces se ve a simple vista», afirmó para poner de relieve que no vale la 'excusa' de que son los propios clientes los que cambian de ubicación las mesas, ya que los hosteleros, dijo, conocen lo establecido por los técnicos para aprobar las licencias. En ellas, subrayó, se determinan aspectos como la ubicación o el número de mesas, por lo que indicó que en ocasiones hay quejas por parte de los vecinos al respecto y de los que culpan al Consistorio cuando se trata de emplazamientos o volúmenes de terraza que escapan a lo autorizado.
En este sentido, fue clara: no sólo habló de las sanciones que conlleva el incumplimiento de la ordenanza, sino también de la «competencia desleal» que supone en relación con otros hosteleros que sí cumplen religiosamente con todo lo establecido en sus autorizaciones.
En este sentido, comentó que, por ejemplo, tener una terraza en una ubicación distinta a la autorizada es una infracción leve que se castiga con un montante económico de 100 euros. «Pero si es reincidente, pasa a ser grave y son hasta 750 euros». Lo mismo pasa con la instalación de terrazas sin licencia, también considerado una infracción grave, sobre la que pesa una multa de 750 euros.
«Habrá más sancionadores la semana que viene», adelantó la portavoz sobre los asuntos que se abordan en la Junta de Gobierno Local. A este respecto, Boadella subrayó la importancia que tiene el garantizar la accesibilidad, no sólo- dijo- de las personas con movilidad reducida, sino del conjunto de los peatones.
Por otra parte, comentó que la mayoría de las licencias actuales son prórrogas de las ya concedidas, salvo 8 nuevas pedidas y 11 que se cancelaron por mantener algún tipo de deuda con el Ayuntamiento. Así, señaló la tendencia de los hosteleros a aprovechar cada vez más la temporada anual, teniendo en cuenta que el COVID supuso un uso mayor de las terrazas durante en invierno.