Olvidada la derrota contra Osasuna, el Viña Albali Valdepeñas ya se centra en su segundo compromiso consecutivo en casa con el objetivo de aprovecharlo para dar otro paso firme hacia la permanencia. Esta vez el rival será el Zaragoza, conjunto al que lograba arañar un empate (2-2) en el partido de la primera vuelta y al que confía en superar, esta vez con el importante añadido del apoyo de su fiel afición.

El aspecto negativo de la actualidad del equipo vuelve a centrarse en la situación física de algunos de sus jugadores. Descartado para lo que resta de temporada José Ruiz (finalmente se operará de su hombro el próximo lunes en la Clínica Asepeyo de Coslada -Madrid-), la preocupación de David Ramos se centra en el hombre que acababa ‘tocado’ el último partido, Lluc Parera. El jugador catalán se sometía el lunes a una ecografía que no le sacaba de demasiadas dudas, por lo que deberá esperar a ver cómo evoluciona de sus molestias para saber si podrá ayudar a sus compañeros en el importante envite de este sábado. Lluc padece, en un principio, una distensión en el músculo isquiotibial izquierdo, aunque de momento no se ha podido descartar una pequeña rotura de fibras.

Con todas las reservas del mundo, Lluc confesaba que «voy a mejor», aunque no lanzaba las campanas al vuelo: «Vamos a tener que ir viendo día a día a ver cómo evoluciono». El jugador barcelonés reconoce la importancia del choque de este sábado, por lo que cruza los dedos por poder ayudar a sus compañeros.