Campo y Alma, directo a tu mesa' está siendo el distintivo que identifica los productos y las explotaciones que realizan la venta directa en Castilla-La Mancha, una modalidad comercial que fue regulada hace dos años y que en la actualidad cuenta con cerca de doscientas explotaciones agropecuarias inscritas en el registro oficial creado al efecto.

El viceconsejero del Medio Rural, Agapito Portillo lo valora indicando que con la venta directa en el campo «se ha incorporado un valor añadido a la producción ganadera o agraria, derivado de la transformación y comercialización de dichos productos. Con ello, se diversifican las fuentes de ingresos de las explotaciones agrarias y ganaderas, de forma que las actividades reguladas en la misma han supuesto un incremento en la renta, dando más viabilidad al sector, y manteniendo y asentando a las personas en los pueblos, potenciando el desarrollo rural».

La cadena corta, el kilómetro cero, la venta directa o 'Campo y Alma directo a tu mesa', forman parte de una misma filosofía. «Todos tienen en común su capacidad para potenciar el contacto directo entre productores, elaboradores, consumidores y otros participantes que intervienen en la cadena alimentaria -añade el viceconsejero-. De este modo, se fortalecen las relaciones y se establece un mayor y mejor equilibrio en la cadena alimentaria. También se logra eliminar intermediarios y obtener unas rentas agrarias y ganaderas dignas para quienes ejercen la agricultura y la ganadería, generando precios justos para los consumidores finales».

Dos años comprando en el campo - Foto: Rueda VillaverdeEl 13 de noviembre de 2020 se publicaba en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el Decreto por el que se regula en esta comunidad la venta directa de productos ligados a la explotación agraria. Desde entonces hasta hoy 178 productores de nuestra región se han registrado al amparo de esta normativa, que abarca productos y sectores que van desde la miel y el queso hasta productos elaborados de carne, legumbres, verduras, fruta, aceite, vino, alimentos procedentes de explotaciones incluidas en el registro oficial que les autoriza a esta actividad comercial y que en el caso de los productores con transformación de producto, como aceite o vino, han de estar en el registro sanitario de empresas y alimentos.

Agapito Portillo explica también más ventajas para aquellos productores del registro de venta directa: «Estamos incentivando a los productores, por ejemplo, dándoles prioridad en los procedimientos de ayudas y subvenciones con concurrencia competitiva (siempre que la normativa europea o estatal básica no lo prohíba), también en la asistencia a ferias agroalimentarias o en contrataciones de suministro para comedores de centros educativos, sanitarios o asistenciales. Los productores inscritos, además, pueden participar en la categoría de 'Mejor empresa de Venta Directa' en los Premios Gran Selección y tienen una posición destacada en el Market Campo y Alma, puesto en marcha para la promoción y comercialización de productos agroalimentarios de calidad de Castilla-La Mancha».

El comercio por internet, que es uno de los aspectos que permite la venta directa desde el campo, ha experimentado un importante impulso que se ha intensificado con la pandemia del Covid 19, como remarca también el viceconsejero: «Por eso, desde el gobierno de Castilla-La Mancha pusimos en marcha, en abril de 2021, un mercado on-line agroalimentario, el 'Market Campo y Alma' (https://market.campoyalma.com/) que conecta a los consumidores con las empresas productoras de alimentos de calidad amparados por una Indicación Geográfica Protegida o una Denominación de Origen, con los productores registrados para venta directa y también con quienes producen alimentos ecológicos, cuyas compras carecen de gastos de envío».

Dos años comprando en el campo - Foto: Rueda VillaverdeCon estos dos años de experiencia, la modalidad de venta directa está despertando un verdadero interés no solo para los productores, sino también en los consumidores. «A lo largo del último año, los consumidores han demostrado su fidelidad a la compra de productos agroalimentarios de venta directa, un modelo en el que cada vez más empresas comercializan sus productos llevándolos al lugar donde se encuentra el cliente. La venta directa es un canal en continuo proceso de cambio, que se va adaptando a nuevos formatos sin perder su esencia: su valor reside en el contacto cercano y en la personalización y eso, en el caso del producto agroalimentario, adquiere más relevancia», refuerza Agapito Portillo.

La venta directa es una más de las actuaciones con respecto al comercio de proximidad que está llevando a cabo la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, como muestran las tres convocatorias de ayudas a los canales cortos de comercialización, que tienen el objetivo de crear cadenas cortas para el mercado de productos agroalimentarios y, así, reorganizar y fortalecer los mercados locales. Con ello, se ha subvencionado once proyectos con un importe de cerca de tres millones de euros.

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