La subida de los costes de producción está poniendo contra las cuerdas a muchos agricultores y ganaderos y por ello desde la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) expresan su «máxima preocupación» por los precios, no sólo los que afectan al gasóleo agrícola, con el importe ya disparado, sino también a los abonos, los fertilizantes, la electricidad o todo aquello que utilizan en su día a día, detalló el gerente de Asaja Ciudad Real, Agustín Miranda.

Por esta razón, aseguró que no descartan realizar movilizaciones en la provincia, tal y como se están llevando a cabo en otros puntos de España. «No descartamos nada, no está en la programación en este momento, pero la semana que viene no sé si estará», dijo tras poner de relieve que «es una preocupación compartida en distintas provincias ya que Ciudad Real no es un caso aislado».

Del mismo modo, aseguró que la asociación mantiene «reuniones constantes para ver la situación, la cual es preocupante y se la estamos transmitiendo a las administraciones correspondientes para que tomen nota y en el caso de que no se cumplan, el malestar seguirá creciendo y ocurrirá lo que tenga que ocurrir».

Miranda comentó que una de las peticiones de Asaja fue la ayuda al gasóleo para mitigar el impacto de la subida, una medida sobre la cual indicó que no les gusta el procedimiento «porque el sistema que han puesto para todos sectores y ciudadanos no corrige los problemas inflacionistas que tenemos», por lo que reclamó medidas para minimizar el impacto de la inflación actual.

 Además, se refirió a otras medidas como «la petición histórica de incrementar los importes para los seguros agrarios como una medida proteccionista, que se ha cumplido, pero de forma corta. Estamos hablando de 60 millones que nos parece que se quedan cortos» y «no ha habido nada más», dijo al respecto.

Hay que recordar que la última gran movilización del campo en la provincia tuvo lugar el pasado 17 de febrero, cuando se retomaron las que se tuvieron que paralizar por la pandemia. Entonces también se reclamaban medidas para garantizar la rentabilidad del sector, al igual que protestaban por la escasez de agua para los cultivos de la tierra.