La Junta quiere cuadrillas 'burbuja' para la vendimia

L.G.E.
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La orden de Agricultura obliga a confeccionar estos "grupos de trabajo estable" para que no se mezclen, poniendo juntos a quienes convivan y distribuyéndolos así por vehículos

La Junta quiere cuadrillas 'burbuja' para la vendimia - Foto: Sara Muniosguren

La Junta quiere que la uva del mayor viñedo del mundo se recoja en grupos ‘burbuja’ de temporeros. Es una de las claves de la orden que publicó ayer la Consejería de Agricultura en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, que persigue en este caso concreto limitar las cadenas de transmisión en caso de brote. Para ello el Gobierno regional indica en el texto que «es necesario partir de las cuadrillas como un grupo de trabajo estable».
Esa confección de la cuadrilla afecta a buena parte de las medidas de prevención del covid. La Junta pide que «en la medida de lo posible» se confeccionen estos grupos teniendo en cuenta a los que convivan juntos, más aún si comparten dormitorio. Indica que los integrantes de cuadrillas distintas «deben estar físicamente separados tanto como sea posible» y establece esta obligación: «las cuadrillas no deben mezclarse entre sí».

Sin función de recirculación de aire en el vehículo.
El hecho de estar en una cuadrilla o en otra es algo que también debe tenerse en cuenta a la hora de repartir a los temporeros en los vehículos de desplazamiento al viñedo, aunque el uso de mascarilla es obligatorio durante el trayecto para todos los ocupantes y los elementos de contacto como manivelas y cinturones han de desinfectarse al menos una vez al día. Agricultura especifica que el vehículo se tiene que ventilar y que no se puede usar la función de recirculación del aire anterior. Además la Junta pide que se priorice el desplazamiento en bicicletas, motocicletas o a pie, si es posible.
A la hora de utilizar un vestuario o local de cambio, no deben coincidir personas de distintas cuadrillas. También se tienen que escalonar en función de dichas cuadrillas las entradas y salidas de la explotación. Para configurar el trabajo de la recogida de la uva, también se ha de tener en cuenta que no coincidan en el mismo espacio integrantes de cuadrillas distintas. Y eso es algo que además se debe observar para hacer turnos de descanso y de comida.

Más pausas para compensar la incomodidad de trabajar con mascarilla.
Precisamente a la hora de hablar de las pausas, Agricultura pide a los empleadores que «prevea» aumentar estas pausas o descansos debido a la incomodidad de tener que vendimiar este año con la mascarilla. Para hidratar bien a los temporeros, la Junta pide que no se usen medios compartidos como una garrafa o botijo para varios trabajadores, sino que se opte por botellas o cantimploras individuales.

Dos desinfecciones al día como mínimo de los utensilios.

Para evitar que el coronavirus pase de mano en mano por los viñedos, la orden de Agricultura señala que es preferible que los utensilios sean de uso exclusivo e incluso en ese caso, la desinfección se hará como mínimo dos veces en cada jornada. La orden especifica que se hará «siempre» al inicio y al final de la jornada, pero que se tendrá que hacer más veces a lo largo del día «cuando la persona trabajadora lo vea conveniente». Entre esos utensilios la orden pone como ejemplo las navajas, tijeras, cuchillos, escaleras de mano, calibres o asideros de cubos. Para desinfectarlos se recomienda disolución de lejía en agua (50 mililitros de lejía por litro de agua), alcohol (70 grados mínimo) y otros virucidas autorizados. También a los viñedos llegará el hidrogel. La orden de Agricultura los quiere ver en puntos estratégicos y de fácil acceso a las personas trabajadoras, aunque lo que recomienda es que cada trabajador disponga de un pequeño bote rellenable. También propone que se habiliten «puntos de suministro de agua para el lavado de manos».

Un espacio para aislamiento de positivos o sospechosos.

Si todas estas medidas preventivas, que son solo una pequeña parte de las recogidas en la orden, no son suficientes y aparece un brote, también se especifica que debe haber espacios para poder aislar al temporero que dé positivo o que se considere sospechoso de contagio. Es una obligación que Agricultura traslada al empleador cuando este sea el responsable también del alojamiento de los temporeros. Y cuando este aislamiento no pueda ser facilitado, serán las entidades locales las que tendrán que proporcionar «recursos habitacionales» para estos trabajadores.