Extraordinaria manifestación de fe en la festividad del Señor, del Corpus Christi. Ciudad Real recuperó ayer en la calle la solemnidad de esta celebración litúrgica tan importante para los católicos después de dos largos y dolorosos años de pandemia con miles de fallecidos recordados especialmente ayer por la mayoría de las personas.

Cientos de fieles acompañaron al Santísimo en su recorrido por las calles de la ciudad escoltado por el clero y los caballeros de las Órdenes Militares encabezados por el presidente del Consejo Real, Pedro de Borbón Dos Sicilias.

Dos largas filas de niños que han tomado la comunión este año también formaron parte de esta recuperada procesión. El aroma a romero, tomillo y cantueso volvió a impregnar las calles de la ciudad por donde discurrió la procesión del Santísimo en la carroza de plata de la Virgen del Prado, patrona de Ciudad Real, profusamente adornada con flores blancas y amarillas.

Ciudad Real celebra un jubiloso Corpus en comunión con CristoLas calles volvieron a engalanarse para la ocasión con alfombras de serrín coloreado, los balcones se vistieron con tapices, mantones y    otras colgaduras de color grana que simboliza la sangre de Cristo.

La esencia del Corpus. Antes de la procesión, el obispo Gerardo Melgar presidió la eucaristía de la festividad del Corpus Christi en la Catedral Prioral. En la homilía recordó la esencia del día del Señor, la comunión en Cristo. Y en el día de la caridad y el amor fraterno pidió a los católicos renovar su compromiso con los más necesitados, los que sufren el hambre, el dolor, la guerra, la sinrazón.  

La alcaldesa de Ciudad Real, Eva Masías, asistió a la solemne función religiosa junto a concejales del equipo municipal de Gobierno y de la oposición encabezado por Francisco Cañizares, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento, y Luis Blázquez,  concejal de Vox.

Pedro de Borbón, en el centro, acompañado del obispo prior, precedido por dos caballeros de las Órdenes MilitaresPedro de Borbón Dos Sicilias, duque de Calabria, también asistió a la celebración de la eucaristía para posteriormente dar escolta al Santísimo junto a otros caballeros de las Órdenes Militares de Calatrava, Alcántara, Montesa y Santiago, vinculadas históricamente a  Ciudad Real.  

En la misa se recordó que  Jesucristo está presente en la eucaristía y este año también en las calles de la ciudad.  La procesión con la Sagrada Forma partió a las ocho de la tarde de la Catedral. El recorrido se engalanó con alfombras como la de la Asociación de Coros y Danzas Mazantini en el Paseo del Prado, frente al antiguo casino.  Un poco antes, se podía ver otra confeccionada por Cáritas. En la Plaza Mayor la Hermandad de la Esperanza realizó otro precioso tapiz, como también la Hermandad de Pilatos en la calle Carlos Vázquez y unos metros más arriba, frente a la puerta de la Umbría de la Iglesia de San Pedro un pequeño altar de la Hermandad del Cristo de Medinaceli recibía al Santísimo y a los fieles. Tanto en los jardines del Prado como en todo el recorrido se congregaron muchas personas para ver la esperada procesión del Corpus Christi, cuya presidencia religiosa ostentó el obispo prior y la civil la alcaldesa. 

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