Juan Pablo Marciel se muestra "optimista"

Manuel Espadas
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El presidente del Vestas Alarcos destaca haber configurado un equipo con potencial

Juan Pablo Marciel, en una imagen de archivo. - Foto: Rueda Villaverde

Después de unas semanas de contactos, llamadas y reuniones, la búsqueda de un entrenador llegaba a puerto en el Vestas Alarcos. El club ciudadrealeño ya tiene a la persona responsable de dirigir el proyecto 2022-2023, sucediendo en el banquillo a Javier Laguna, que finalmente optaba por no repetir como técnico por cuestiones personales y profesionales.

Se trata de Isidre Pérez, un alicantino de 40 años con experiencia en banquillos de la zona levantina como Petrer, Benidorm y Elche, con el que disputaba una fase de ascenso a Plata en Ciudad Real en 2015, la del ascenso del conjunto manchego. Antes sí lograba el salto a esta categoría con el Benidorm en 2013. «Es un entrenador que llega con mucha ilusión y ganas de demostrar su valía, y que encaja perfectamente con el proyecto de jugadores jóvenes y con hambre de hacer las cosas bien», destaca el presidente del club, Juan Pablo Marciel.

Además, Marciel avanza que también estaría cerrada la plantilla, a falta de la contratación de un lateral derecho; y la llegada de un nuevo patrocinador principal también se dará a conocer en breve, en sustitución de Vestas, que seguirá en la nómina de empresas esponsorizadoras, pero en un segundo plano.

Y todo después de un mes de junio que ha sido «el más complicado con diferencia» que recuerda al frente del club, aunque lo da por bueno después de haber logrado que el nuevo equipo sea una realidad y que existan razones para mirar al futuro con positividad después de una campaña en la que se pasaba de la gloria a rozar el infierno en cuestión de meses. «Hay que mandar un mensaje de optimismo porque hemos logrado reunir una plantilla joven, con muchas ganas e ilusión, con un proyecto que le ha gustado al entrenador», reitera Marciel, que se muestra «optimista». Eso sí, a diferencia de otros años, ha recalificado el reto deportivo de la nueva temporada tras lo vivido este último curso. Ya no pronuncia la palabra 'ascenso' ni habla de Asobal: «El objetivo debe ser asegurar la categoría cuanto antes».

Mismo potencial

Porque el presidente es consciente de que se presenta un curso 2022-2023 muy exigente, con un equipo casi nuevo y una competición en la que volverá a haber cinco descensos entre los 18 participantes, algunos de ellos del potencial deportivo y económico como los descendidos Antequera y Nava, o Alicante, Puerto Sagunto, Burgos, Málaga, Alcobendas o Villa de Aranda. Pero confía en este 'nuevo' Alarcos, con una plantilla que no ve inferior a la última «porque cualquier diferencia se compensará con su ilusión y las ganas de demostrar, más que algunos jugadores con nombre que sí hemos tenido pero que no han podido rendir». No culpa a los que rechazaron la oferta de renovación del club, muchos de ellos "porque tenían ofertas de otros clubes y no podían esperar a saber en qué categoría iba a jugar el equipo", y es consciente de que «entre los jugadores que no han querido quedarse y los que no hemos querido que se queden, este Alarcos sufrirá la mayor renovación en la plantilla de su historia».