Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Árboles y salud

16/12/2022

Crean o no crean en las coincidencias, estas suceden en ocasiones. El  lunes, día 12, de diciembre, La Tribuna publicaba un texto con abundantes fotografías que titulaba 'Árboles por doquier'. En el texto se explicaba que con la colaboración  del Consorcio de Toledo, la Universidad de Castilla-la Mancha y la Fundación Toledo se pretende sacar adelante el proyecto de plantar árboles en numerosas calles y plazas del centro histórico.
Mismo día, del mismo mes, en un diario de tirada nacional (El País, 12 de diciembre de 2002) se publican resúmenes de varios estudios, tanto en España como en los Estados Unidos, en los que se ha investigado la relación entre los árboles y la salud de los ciudadanos. Los estudios  descubren que los arboles, las cubiertas vegetales y los parques urbanos no son solamente útiles para combatir el cambio climático, bajar las temperaturas de calles y avenidas,  evitar inundaciones, que también, sino que aumentan  la salud física y la mental de los habitantes de las ciudades. En  Portland (costa oeste de Estados Unidos), que lleva décadas plantando árboles,  se ha comprobado que se reduce significativamente la mortalidad cuando los arboles tienen 15 años o más. En los barrios donde más arboles se habían plantado las tasas de mortalidad eran menores  sobre todo en hombres y personas mayores de 65 años. En Barcelona, otro estudio reveló que los habitantes próximos a zonas arboladas o parques mejoraban su salud mental  y descendía el consumo de fármacos. Plantar árboles, crear zonas verdes, y mantenerlas, puede contribuir a la mejora de la salud humana. ¿Quién se lo iba a decir a aquellos que con entusiasmo inusitado se dedicaron a cortar árboles con pretextos varios?
«Hay una necesidad urgente de proporcionar mas espacios verdes. Quizás tengamos que desenterrar asfalto y plantar más arboles», anota  el experto Mark Nieuwenhuijsen. Al margen de las dificultades del apellido del autor de la afirmación, intuíamos que la Planificación urbana del siglo XXI debe superar los modelos urbanísticos del siglo pasado. Por desfasados, obsoletos e insostenibles. La nueva ordenación de las ciudades tiene que plantear ciudades verdes en las que lo prioritario no sea el ladrillo o el uso especulativo del suelo, sino los elementos de mejora medioambiental que aporten calidad de vida a los ciudadanos e incrementen su salud. Más zonas verdes, más arbolado.