De Valencia a Cabañeros para reavivar fogones de sus abuelos

EFE
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Los hermanos Adrián y Carlos Heck han tomado la decisión de dejar Valencia y reavivar los fogones del restaurante de sus abuelos, Julio y Lola, que durante 26 años fue uno de los más valorados de la comarca del Parque Nacional de Cabañeros.

Los hermanos Adrián y Carlos Heck han tomado la decisión de dejar Valencia y reavivar los fogones del restaurante de sus abuelos, Julio y Lola, que durante 26 años fue uno de los más valorados de la comarca del Parque Nacional de Cabañeros.

Los dos jóvenes, de 25 y 26 años, han tomado la decisión de trasladarse a un municipio de la España vaciada, Navas de Estena, de menos de 300 habitantes en la provincia de Ciudad Real, para emprender y volver a abrir el restaurante que sus abuelos cerraron hace seis años, cuando decidieron colgar los delantales por su jubilación.

De Valencia a Cabañeros para reavivar fogones de sus abuelosDe Valencia a Cabañeros para reavivar fogones de sus abuelos - Foto: Beldad

Movidos por el espíritu emprendedor y por la pasión que desde pequeños despertó en ellos el Parque Nacional de Cabañeros, los hermanos Heck, han elegido tomar un camino muy distinto al que otros muchos jóvenes toman en la España rural.

De Valencia a Cabañeros para reavivar fogones de sus abuelosDe Valencia a Cabañeros para reavivar fogones de sus abuelos - Foto: Beldad"Nosotros hemos hecho lo contrario de lo que hacen otros jóvenes que deciden emprender en la España llena, en las grandes ciudades. Lo teníamos claro desde hace muchos años, pero no ha sido hasta ahora cuando hemos visto la oportunidad de reabrir un negocio familiar que sacaron adelante nuestros abuelos durante 26 años", han explicado los hermanos en una entrevista con la Agencia EFE.

Adrián y Carlos reconocen que el restaurante de la Casa Rural Boquerón de Estena fue el motivo de vida de sus abuelos, que también entonces llegaron a esta comarca ciudadrealeña desde Valencia. Ahora, son ellos los que buscarán que sea su motivo de vida apoyados también por sus parejas.

De Valencia a Cabañeros para reavivar fogones de sus abuelosDe Valencia a Cabañeros para reavivar fogones de sus abuelos - Foto: Beldad

Ambos aseguran que recogen el testigo ilusionados por seguir forjando comarca en el Parque Nacional de Cabañeros, como han hecho sus abuelos con su restaurante que durante años se situó como uno de los mejores en reseñas de los usuarios y en las páginas web especializadas en turismo rural.

Carlos explica que muchos bares y restaurantes han cerrado en la comarca por culpa de la pandemia, lo que ha dejado un vacío importante que ellos quieren cubrir.

Para ello, dice Adrián, seguirán "la línea de mis abuelos" al ofrecer carne de caza y productos de la zona, para apoyarse unos a otros y, además, ofrecerán comida para celiacos.

Los abuelos, Lola y Julio, dicen que les hace especial ilusión la decisión de sus nietos de trasladarse desde Valencia a Cabañeros para continuar con este negocio familiar.

Saben que para ellos será "un reto" importante el emprender en un momento como el actual, cuando lo habitual es que cierren bares y restaurantes, sobre todo en zonas rurales.

La llamada de sus nietos diciéndoles que querían hacerse cargo del restaurante les ha cambiado la vida y les ha vuelto a llenar de ilusión, porque, reconocen, cuando tuvieron que echar el cierre lo hicieron con cierta pena al dejar de dar servicio a una clientela que le había demostrado una "enorme fidelidad".

La idea de sus nietos le ha parecido "genial" a Lola, quien asegura que el único consejo que le han dado a sus nietos es que "sean naturales y que traten a todo el mundo por igual", luego, asegura, "el boca a boca es lo que funciona".

Para Lola, lo más importante de estos años ha sido la relación tan estrecha que han entablado con sus clientes, con los que era habitual sentarse a conversar tras acabar la comida, para explicarles qué rutas podían hacer o cómo poder organizar sus visitas de varios días por el parque nacional, y añade: "Verlos volver una y otra vez, era algo que no tenía precio".

Julio asegura que a sus clientes siempre les ha gustado comer bien, pero también poder disfrutar de la sala exposiciones de fósiles con la que cuenta la familia y en la que se puede ver una réplica de la concentración de cruzianas mejor conservada del mundo y de un gusano marino gigante que vivió hace unos 475 millones de años, que fue descubierto en 2009.