Cuesta abajo y sin frenos, como diría el seleccionador de 'la Roja', Luis Enrique. Así evoluciona el precio de los combustibles, especialmente el del gasóleo, que esta semana marca sus precios más económicos en los surtidores de Ciudad Real desde hace casi nueve meses, desde marzo, desde antes incluso de que se aplicara el descuento de los 20 céntimos.

El dato lo pone el Ministerio para la Transición Ecológica y su geoportal, que actualiza, estación de servicio a estación de servicio, el precio del litro de todos los combustibles que se venden en la provincia. Hay que echar la vista atrás hasta el 10 de marzo para encontrar unos precios más económicos que los que aparecían ayer, de media, en Ciudad Real, 1,79 euros por litro.

Según Transición Ecológica son ya 21 días seguidos en los que el precio de este combustible baja en las estaciones de servicio de la provincia, donde es el más demandado. Llenar un depósito de 50 litros vale hoy menos de 80 euros. Son casi 10 euros menos que hace un mes y 15 menos de lo que costaba esa operación a finales del mes de junio, cuando el precio del litro de diésel tocó techo y alcanzó los 2,1 euros de media.

Precios, estos últimos, con la bonificación de los 20 céntimos incluidos, una medida a la que le queda un mes de vida, si el Gobierno no prorroga la ayuda. Entró en vigor para aliviar la carga de la guerra de Ucrania en el bolsillo del conductor el 1 de abril y finalizará ahora con las campanadas. Entonces, en primavera, el diésel costaba más que ahora: 1,85 euros.

La gasolina, por su parte, sigue el mismo camino. En este caso son ya 15 días de rebajas de precios seguidos. El depósito de 50 litros sale por 75 euros, el precio más económico desde inicios de octubre.

El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, a la baja en las últimas semanas, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Además, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de los carburantes, sino que lo hace con un decalaje temporal.