Representantes de la discapacidad

Hilario L. Muñoz
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Laborvalía y la UCLM concluyen un curso para enseñar derechos a 16 usuarios con discapacidad intelectual que serán la voz de sus centros

La última sesión del curso con los 16 estudiantes que han participado en la iniciativa. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Las personas con discapacidad intelectual suelen estar representadas por sus familiares en las asociaciones de usuarios. Su papel suele ser el de usuario de unos servicios, más que el de alguien que los gestiona y los programa. Se trata de un papel secundario y que solo ocurre en la discapacidad intelectual, ya que en la física o sensorial, quienes tienen una capacidad diferente, suelen representar a esas entidades. Para cambiar esta situación, Laborvalía decidió hace unos meses cambiar su asamblea. Esta entidad reúne a 16 centros y asociaciones de toda la provincia. Lo que hizo fue aumentar de dos a tres los representantes de cada entidad y que ese tercer puesto fuera ocupado por un usuario de cada entidad.

La intención es garantizar el derecho a la participación de los usuarios. Primero, cada centro eligió a sus representantes y estos se han formado con las jornadas Ejercicio de Derechos, Inclusión y Ciudadanía. Se trata de un curso en la universidad, en la facultad de Derecho, y que ha sido «un sueño» para estas personas que han ido a clase, a la universidad, durante varias semanas.

Esas 16 personas serán los representantes de su asociación en la asamblea de Laborvalía durante tres años, señaló el gerente de Laborvalía, Alfonso Gutiérrez. «Les estamos formando en cómo ejercer esa representatividad de sus compañeros», indicó Gutiérrez, quien apuntó que era importante que esta formación en la universidad fuera como la de unos estudiantes más del campus.  «Se trata de ejercer sus derechos en igualdad de condiciones», indicó. «Teníamos hablado desde hace años este curso», explicó el decano de la facultad, Fernando Callejas, quien dijo que los estudiantes «han sido educados y participativos» y resaltó el alto compromiso que han tenido los 13 profesores que han participado.

Uno de ellos ha sido el catedrático de Derecho Constitucional, Enrique Belda, quien recordó la importancia de que las familias no suplanten la personalidad de las personas con discapacidad en las entidades y apuntó que «la discapacidad intelectual o psicosocial es muy complicada porque se plantea más rechazo que en la discapacidad de tipo sensorial» y esto implica que haya un trabajo de todas las áreas para trabajar en aquellos aspectos que interesan a los usuarios. Mientras, Sergio Sánchez, se estrenó como profesor, en un curso que «acerca la universidad a las personas con discapacidad» y que implica trabajar en la inclusión y «en el respeto a sus derechos».

Una de las participantes ha sido Ana Belén Serrano, de AFAS Tomelloso, para la que «el curso ha sido interesante y ha habido explicaciones adaptadas para aprender los derechos fundamentales», recordando que su papel como representante «será escuchar a sus compañeros y pedir lo que quieran todos los usuarios del centro». Por su parte, Jaime Abengozar, de la asociación Zaragüelles de Criptana, calificó de «alegría» lo que siente desde que sabe que va a ser representante de su centro. Otra participante del curso es Pilar Tercero, del centro ocupacional de Valdepeñas, se mostró emocionada por representar a sus compañeros y apuntó la importancia de «aprender» en el marco de la universidad. Por último, Vicente Fuentetorres, de Almadén, mostró su tristeza por acabar este curso, por el encuentro que ha supuesto de espacios de toda la provincia, al igual que Miguel Arias, del centro Picazuelo de Herencia, quien habló de «una experiencia nueva» por haber estado en la universidad. Con una representación de un juicio sobre el Derecho a la Intimidad realizado por alumnos de segundo curso concluyeron estas jornadas.