«Se ha visto incrementado el número de problemas de suministro, de desabastecimientos, que hay en la oficina de farmacia y esto es un problema porque hay muchos medicamentos a los que el paciente no puede tener acceso». De este modo, explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real, Francisco José Izquierdo, la situación por la que atraviesa toda España y Ciudad Real también, ante la falta de algunos medicamentos como la amoxicilina infantil o tratamientos de la hipertensión o epilépticos. Con todo, Izquierdo indica que la población puede estar tranquila «porque hay profesionales sanitarios buscando alternativas terapéuticas» a aquellos medicamentos que faltan.

El presidente del Colegio indicó que «tanto el farmacéutico como el médico» mantienen un diálogo sobre las posibles soluciones, bien como sustitución o buscando otro que se encuentre en el grupo de tratamiento. Más allá de esta tranquilidad, Izquierdo señaló que es necesario hallar una solución a esta realidad por las autoridades sanitarias. Otro modo en el que podrían intervenir los farmacéuticos ante esta situación es la formulación magistral, matizó.

Por ejemplo, Izquierdo recordó el caso de la amoxicilina pediátrica. «Se ha aprobado la sustitución por otras presentaciones, ajustando la posología», lo que implica señalar cómo se debe dar en función de los gramos por kilogramo y día recomendados por el médico. «Aunque se dé otra presentación, se puede ajustar la dosis para que el niño reciba la dosis que le está prescribiendo el médico».

En la Agencia Española del Medicamento hay más de 600 medicamentos con problemas de suministros, y el Consejo General de Farmacéuticos cita, por ejemplo, el  Rivotril, un medicamento para la epilepsia que ya tiene sustituto aprobado, o el Efferalgan, que Izquierdo recordó es paracetamol, aunque no sea en  su fórmula efervescente. También otro de los que se encuentran en falta es Sumial, un medicamento para la hipertensión que tiene alternativa terapéutica y existen otros de ese grupo que se pueden aplicar.

«No quiero poner nombre propio al desabastecimiento, porque independientemente del medicamento que esté prescrito y que vaya bien, siempre hay una alternativa», resumió Izquierdo, aunque reconoció que los pacientes suelen mostrarse temerosos a la hora de cambiar de marca cuando hay uno que le va muy bien.

«Estamos viviendo esta situación y hay que asumirlo como una realidad», dijo, para apuntar que no se trata de un tema puntual o que se haya producido por el brote de bronquiolitis o gripe. «Hemos tenido brotes toda la vida y no hemos tenido estos problemas». La situación se deriva de que «hay escasez de materias primas»  así como el intervencionismo del Estado en los precios. De hecho, una opción para paliar el desabastecimiento es importar desde el extranjero esos medicamentos.