Sigue el juicio contra la mujer que casi quema a su familia

EFE
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La primera vista se celebró el pasado martes y continuará este próximo miércoles con la declaración de los cuatro agentes de la Policía Nacional que estaban citados y no comparecieron ese día

Imagen de la primera vista. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El juicio contra la mujer que casi quema a su familia en una vivienda de la calle Palma de Ciudad Real, y cuya primera vista se celebró el pasado martes, continuará este próximo miércoles con la declaración de los cuatro agentes de la Policía Nacional que estaban citados y no comparecieron ese día.

El juicio, que fue suspendido por la sala antes de la práctica parcial de la prueba por la incomparecencia de los agentes de la Policía Nacional, se reanudará en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.

Durante la primera sesión del juicio, la mujer acusada de incendiar su casa cuando su marido e hijas dormían se negó a declarar ante la sala, sin responder, incluso, a las preguntas de su abogado, que en la primera sesión del juicio mantuvo que su clienta es inimputable porque sufre esquizofrenia paranoide, una enfermedad psiquiátrica.

En la primera sesión del juicio, el marido entonces de la mujer y padre de sus hijas, de ocho y once años cuando ocurrieron los hechos, ofreció su relato sobre lo ocurrido en la madrugada del 4 de junio de 2020 en su vivienda.

Durante su declaración trató de justificar la acción de su mujer que había dejado el tratamiento por la enfermedad que padecía y que no reconocía.

El Ministerio Fiscal, según el escrito de conclusiones provisionales, pide para la procesada una condena de 25 años de cárcel por tres tentativas de asesinato, mientras que su abogado defensor mantiene que, a tenor de los informes psiquiátricos, su cliente es inimputable.

La fiscalía mantiene que en el piso donde sucedieron los hechos convivían la mujer, su marido y sus hijas, pese a que la relación de pareja entre la procesada y H.A.G.L., había terminado tiempo atrás.

Dado que la procesada estaba diagnosticada de psicosis y esquizofrenia paranoide desde el 2014, negándose sistemáticamente a tomar el tratamiento farmacológico pautado y acudir a consulta de psiquiatría desde el año 2019, H.A.G.L., quien cuidaba de ella, venía observando que su comportamiento era más hostil e, incluso, en diversas ocasiones, la mujer le había manifestado que le iba a matar a él y a las niñas.

Debido a ello, y como medida de precaución, él dormía con las menores en el único dormitorio del que dispone el piso, cerrando la puerta y permaneciendo durante las noches en alerta, pendiente de las numerosas ocasiones en que la procesada, quien dormía en un sofá del salón, deambulaba por la vivienda.

Fue a principios del mes de junio de 2020 cuando la procesada, T.N.G., tomó la decisión de abandonar el domicilio y acabar con la vida de sus hijas menores y de H.A.G.L. A tal fin, y dado que H.A.G.L. guardaba en una carpeta toda la documentación del grupo familiar, le pidió que le entregase su documentación, accediendo el mismo.

En la madrugada del 4 de junio de 2020, aproximadamente sobre las 06:00 horas, la procesada, con el propósito de provocar la muerte a sus hijas menores y a H.A.G.L., procedió a prender fuego a un cojín que utilizaba de almohada y lo colocó en el suelo junto a la puerta del dormitorio en que dormían H.A.G.L. y las niñas, con la intención de que no pudieran alcanzar la puerta de salida si intentaban huir.

Del mismo modo, bajó la persiana del salón y cerró la puerta corredera de la terraza, prendiendo fuego a las cortinas de dicha estancia, asegurándose así que el incendio se propagase por el interior de la vivienda y que no quedasen vías de escapatoria. A continuación, la procesada cogió su documentación y se marchó de la casa, cerrando la puerta de acceso.

Momentos más tarde, H.A.G.L. percibió un fuerte olor a humo por lo que se despertó y al abrir la puerta del dormitorio se encontró ante las llamas y el humo que procedían del cojín quemándose, consiguiendo desplazarlo y sofocar el fuego, advirtiendo, a continuación, que existía otro incendio en las cortinas del salón, por lo que puso a salvo a las menores, e intentó apagarlo, pese al denso humo que se extendía por la vivienda, arrojando agua y consiguiendo romper parte de la persiana, hasta que se extinguió.

La procesada permaneció en las inmediaciones observando lo que ocurría hasta la llegada de los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía.