Los sobresalientes previos a la EVAU se disparan desde 2015

R. Ch.
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Los alumnos con un expediente de 9 a 10 casi se duplican. En la privada, uno de cada tres estudiantes llega a la prueba de acceso a la universidad con un sobresaliente

Prueba de acceso a la Universidad realizada el año pasado en el campus de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

Si el 28-M marcará el futuro político de los candidatos que estos días buscan el voto para convertirse en alcaldes, concejales o diputados regionales, en el calendario hay otra fecha marcada en rojo que determinará el futuro, en este caso, educativo de muchos ciudadrealeños: el 12 de junio. En menos de un mes, miles de jóvenes se jugarán desde ese día y hasta el 15 su futuro universitario con la EvAU. Este año, de nuevo, marcada por la polémica. La Universidad de Castilla-La Mancha ha solicitado la prórroga hasta 2024 del nuevo modelo que se pretende implantar porque ve «inviable» aplicarlo el mes que viene, según reconocía el rector, Julián Garde, hace unos días. A ese examen se presentarán más de 2.000 jóvenes solo en el campus de Ciudad Real, aunque no todos llegarán desde la misma casilla de partida. Y en eso influye, y mucho, el centro desde el que se llega: si es público, privado o concertado.

Los datos los recoge el Ministerio de Educación y son todos referidos al último año, el curso 2021-2022 en la región. Si el bachiller sale de un centro público, lo normal es que llegue a la vieja selectividad con una nota de entre 7 y 8 en su expediente. Si llega desde la privada, hay más opciones de plantarse en la EvAU con una nota que estará entre el nueve y el diez. De hecho, el último año, uno de cada tres alumnos llegó a la prueba de acceso a la universidad con un sobresaliente bajo el brazo. En la pública, la proporción de alumnos 'sobresalientes' no llega al 20 por ciento.

En un contexto en el que con la crisis del COVID se decidió abrir la mano con los aprobados, cada vez hay más y mejores notas. Si se echa la vista atrás, hasta 2015, los alumnos con un sobresaliente en el instituto casi se han duplicado. Eran el 11,9% y ahora son el 20,35. Los de la concertada son tres de cada diez.

Al salir del bachillerato hay más de medio punto, de media, de distancia entre los alumnos de la pública frente a los de la privada, una nota que la prueba de acceso a la universidad se encarga de igualar. Los que consiguen entre un nueve y un diez en la EvAU desde la privada pasan de ser el 34 al 8%, los de la concertada bajan del 29% a menos del 7% y los alumnos sobresalientes de la pública se quedan en el 4,6 por ciento cuando en el bachillerato eran el 18,6%. La nota media baja entre todos, pero lo hace más en la concertada: de un 8,19 en el instituto pasan a sacar un 6,89 en la selectividad.

Sin embargo, la nota de partida es importante a la hora de escoger grado en la Universidad. La nota que marca el corte de los estudios que se quieren cursar es una ponderación entre la que el alumno trae del instituto y la que se saca en la EvAU. La primera pesa un 60%, la segunda, un 40%. Y ahí salen ganando los de la privada y la concertada. El Ministerio también pone negro sobre blanco esa brecha. Pasado el filtro de la selectividad, y con esa ponderación, los que eligen estudios en la Universidad llegan con un 7,46 de media, 0,6 puntos menos que los que estudiaron en la privada y 0,3 puntos menos también que los de la concertada, que tienen, de media, un 7,73.