Primero fue el mal tiempo, con la lluvia y el frío que se registró allá por los meses de febrero y marzo, y después el encarecimiento de los materiales, que obligó a la revisión de costes, lo que retrasó en más de tres meses la ejecución de la última fase de la avenida de Europa, la que permitirá poner el broche final a una actuación urbanística que se adjudicó por más de un millón de euros y con la que se ha intervención en más de un kilómetro de longitud.

Ahora llega la actuación definitiva, la del fresado y asfaltado para reparar el actual deterioro que sufre la vía. Esos trabajos darán comienzo «ya», según detalló a La Tribuna la concejala de Urbanismo, Raquel Torralbo, quien indicó que ayer mismo los operarios de la empresa adjudicataria, Antonio Miguel Alonso e Hijos S. L., tenían previsto comenzar las labores de fresado para después asfaltar la avenida.

La intervención se retomará tras más de tres meses de demora, puesto que las obras, que se adjudicaron en febrero del año pasado, debían estar finalizadas en marzo de este 2021. Sin embargo, el Consistorio concedió un paréntesis de tiempo a la empresa con el fin de esperar a que las condiciones meteorológicas fueran las idóneas, teniendo en cuenta que el frío y la lluvia afectan a las labores de asfaltado y que la intención del Ayuntamiento es «ejecutar obras duraderas y de calidad».

Después llegó la petición de la empresa de hacer números y revisar el coste de este último tramo de la obra debido al encarecimiento de las materias primas, por lo que los técnicos del Consistorio se pusieron manos a la obra.

Con esos 'deberes' hechos y ya bien entrado el periodo de calor (de hecho, se espera un episodio con  hasta 40 grados de temperatura), arrancan ahora los trabajos definitivos para una obra que no ha estado exenta de polémica y que tendrá un sobrecoste, si bien no ha trascendido la cuantía adicional que supondrá, ya que edil indicó que se ha actualizado de acuerdo a lo estipulado en el Real Decreto que aprobó el Gobierno para la revisión del importe de las obras.  

Una de las cuestiones que levantó más espinas el verano pasado fue la relativa a la posible reducción del número de carriles, que se mantiene no obstante en cuatro, aunque su delimitación se debe señalizar debidamente tras las obras de asfaltado.

Por otra parte, el Ayuntamiento aprovechará para instalar después dos semáforos nuevos, uno a la altura de la calle Italia y otro de la calle Gran Bretaña, que conectan con esta avenida y que tienen por objetivo regular la velocidad y el paso desde estas vías colindantes. Torralbo explicó que durante las obras de remodelación de la avenida se aprovechó para realizar las canalizaciones de dichos semáforos, que son una petición vecinal que se trasladó al equipo de Gobierno en la asamblea del barrio.