A nadie le sorprendió. No es la primera vez que pasa ni será la última. Porque la 'marea azulona' nunca falla. Empezaron siendo decenas, crecieron a cientos y en la actualidad se puede hablar de miles sin pecar de exagerado ni grandilocuente. Porque hoy fueron miles, más dos, quizás tres, los que vivieron en el Olivo Arena de Jaén otro de esos momentos  históricos de su equipo, de esos que se quedan ahí dentro, agarrados, y que siempre se recordarán.

Y todo al margen del resultado final del partido. Se gane o se pierda. Ellos siempre están ahí, animando, sintiendo, vibrando, gritando, riendo, llorando, viviendo...

Lo de la semifinal del sábado fue un espectáculo, hablándole de tú a tú a la otra marea, la amarilla, la de los anfitriones del Jaén. Ayer ellos no estaban, por lo que el coliseo jienense era plaza vinatera. Mucho azul, algún verde fiel del Antequera y también no pocas camisetas amarillas, lo que denota que los aficionados locales entienden y saben disfrutar del fútbol sala, aunque no juegue el equipo de sus amores.

En las buenas y en las malas, siempre la 'marea' - Foto: Rueda VillaverdeHoras antes del partido la 'marea azulona' teñía de color y ambiente la 'fanzone' exterior del pabellón, con escenario, música, bebida, comida, tienda de ropa y hasta un stand de la Federación Española con réplicas de tres Eurocopas y un Mundial.

Allí empezó el día de la final de la Copa del Rey, disfrutando de la fiesta completa ya en el pabellón, junto a los suyos, por los que están dispuestos a todo esto y mucho más. Porque también es mucho lo que reciben a cambio. En las buenas y las malas.

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