Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


Irene no se va

21/11/2022

Las apuestas políticas del tablero nacional giran en torno al futuro de la ministra Irene Montero, luego de los efectos perversos de la puesta en práctica de su ley del 'sí es sí', una chapuza jurídica sin precedentes que ha abierto las puertas de las cárceles a todo tipo de pederastas y violadores. La ley es un auténtico disparate ya que, ofuscada en su empeño de equiparar en el código penal los abusos con la violación, la ministra de Igualdad evitó tomar en consideración que tal iniciativa posibilitaba la rebaja en las condenas de los delitos más graves. Así está siendo. La imagen de este tipo de condenados saliendo tranquilamente de sus celdas y volviendo a las calles es un espectáculo ciertamente indigesto. Irene Montero, lejos de reconocer su error ha decidido buscar su salvación en las críticas a los jueces, a los que tanto ella como sus correligionarias achacan ahora los efectos tóxicos de la norma. Los encargados de ejecutar las leyes reciben esos días todo tipo de ataques desde el frente de Podemos, partido en el Gobierno no se olvide. Se les tacha de fascista, reaccionarios, machistas, se les manda a estudiar perspectiva de género y otros delirios. 
Nadie duda de que en cualquier otro régimen democrático de un mayor respeto al estado de Derecho, Irene Montero habría dejado hace ya días su cartera y habría vuelto a desempeñar tareas inconexas en su formación. No podría ser ministra.
Tal hecho no sucederá aquí puesto que Pedro Sánchez tiene bien claro que necesita a Podemos no sólo para aprobar los presupuestos sino para presentarse ante las urnas del mes de mayo con una imagen de solidez y con un socio  que le ayudará a mantener gobiernos tanto en algunas Comunidades autónomas como en municipios de relevancia. Sánchez no puede cesar a quien no nombró. Una vez consumado su pacto con Podemos, es Pablo Iglesias quien decide sobre ese particular. Y está claro que el líder morado defenderá con firmeza a la ministra y también pareja.
Este episodio pasará mayor factura electoral al PSOE. No se trata de un asunto técnico como la sedición, que, embaulados ya los indultar a los líderes del procés, se ha quedado casi en anécdota. Tampoco el debate sobre la malversación parece conmover a una opinión pública que empieza a considerar a la clase política como un fangal desbordado por la corrupción. Otra cosa es la ley Montero y la suelta masiva de pederastas que ya se está produciendo. Se trata de una situación muy difícil de digerir, sin defensa alguna por más que Montero se desgañita. Quien ha basado toda su carrera política, accidentada y exótica, en la supuesta defensa del feminismo, se ha convertido finalmente en el mayor enemigo de la mujer y de los menores. Ha soltado de sus celdas a los más peligrosos depredadores y no tiene forma de explicarlo. La dimisión no entra en sus planes, dado su carácter prepotente y su evidente soberbia. Sánchez mirará para otro lado y presionará al Supremo para que le ayude a salir de este trance.