La provincia de Ciudad Real sigue restando casos de coronavirus en sus principales municipios, con la excepción de Ciudad Real capital, que inició el mes de mayo con un repunte de positivos que eleva la tasa de incidencia a sus cifras más altas desde mediados del mes de febrero. Según la actualización de datos realizada por el Gobierno de Castilla-La Mancha, referidos a las semanas 17 y 18 del año, desde el 26 de abril al 9 de mayo, la capital sufrió 72 nuevos casos de COVID-19: 29 la primera semana y 43 la segunda. El riesgo, aunque se mantiene medio, roza ya el centenar de positivos por 100.000 habitantes.
A riesgo medio cae Puertollano, según los datos de la Junta. Con 145 infecciones por 100.000 habitantes, el número de positivos anota un importante descenso en comparación con las semanas anteriores, en las que se detectaron varios brotes de SARS-CoV-2 en establecimientos hosteleros de la capital que obligaron a realizar test masivos para identificar a los contagiados. Desde finales de marzo, la ciudad industrial no presenta unos índices de contagios mejores:145 casos.
Al revés es la evolución que presenta Tomelloso. Aquí, la pandemia marca un repunte de la incidencia aunque la semana pasada fue mejor que la anterior en número de contagios: 28 frente a 37. La incidencia supera el umbral de riesgo alto aunque baja un escalón, a riesgo medio, con las cifras de la pasada semana.
Alcázar de San Juan marca también una caída de las cifras de contagios en comparación con las semanas anteriores y es necesario volver a mediados de marzo para encontrar cifras de incidencias más bajas, 75 casos en 14 días.
Muy positiva es la evolución de Valdepeñas. El riesgo permanece extremo, pero el ritmo de contagios sufre un importante frenazo. Si entre el 26 de abril y el 2 de mayo se anotaron casi un centenar de positivos, del 3 al 9 de mayo se detectaron 25 nuevos casos, cuatro veces menos. De hecho, en esa evolución semanal, el riesgo pasa a ser ya medio.
Manzanares también registra una importante caída de los contagios durante la pasada semana. De 30 a 11 casos se han reducido las infecciones de COVID-19 en este municipio que echando cuentas a 14 días está en niveles de riesgo alto, pero si se fijan las cifras de la última semana presenta ya un riesgo bajo en relación a sus habitantes.
En Daimiel y La Solana, la pandemia se estabiliza. En la primera lo hace en un escenario de riesgo medio, con menos de una decena de nuevos casos en las dos últimas semanas y una incidencia por debajo del centenar de positivos; mientras que en La Solana se frena el COVID-19 aunque en un marco de riesgo extremo, con 51 positivos en 14 días y una incidencia de 329 puntos.
Miguelturra, dentro de los diez municipios con más población de la provincia es la localidad con mejores datos: en 14 días apenas ha registrado un nuevo caso de COVID-19 que dejan a este municipio en una situación de nueva normalidad. Campo de Criptana, por su parte, anota un leve aumento de positivos la pasada semana, cuatro más que la anterior, con un riesgo alto producto de una incidencia de 179 casos por 100.000 habitantes.