El presupuesto municipal de Ciudad Real, al 41% de ejecución

M. E.
-

El concejal de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Ciudad Real da por buena una cifra que roza un 3% de incremento con respecto al mismo periodo de 2019

Fachada del Ayuntamiento de Ciudad Real. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El grado de ejecución del presupuesto del Ayuntamiento de Ciudad Real después de los seis primeros meses del ejercicio 2020 se sitúa en el 41% de una cifra global de 71.786.633 euros, un porcentaje ligeramente superior que el arrojado el año pasado en esta misma fecha. En concreto, un 2,88 por ciento más que lo ejecutado a 30 de junio de 2019.

Se trata de un nivel de ejecución que valora Nicolás Clavero, concejal de Economía y Hacienda en un año tremendamente marcado por la crisis sanitaria del COVID-19, que entre otras cosas ha obligado al Consistorio a reducir sus inversiones reales un 24 por ciento y a crear partidas extraordinarias a base de modificaciones de crédito para la lucha contra el coronavirus, en detrimento de los presupuestos de varias concejalías.

Así, en cuanto a gastos, a fecha del 30 de junio, el Ayuntamiento tenía obligaciones contraídas por un montante de 27,3 millones de euros, de los cuales 23,2 ya los había desembolsado y tenía 4,1 pendientes de abonar. Por lo que respecta a los ingresos, los derechos de cobro eran superiores a los 11 millones.

En cuanto a los cambios a los que ha obligado el COVID, con varios expedientes de modificación de crédito, el Ayuntamiento lograba reunir una partida de algo más de un millón de euros para crear el denominado Fondo de Reactivación Económica de la capital, para ayudar a uno de los sectores más castigados durante el confinamiento, el de la hostelería y el comercio. Un millón de euros que está a la espera del visto bueno del Ministerio de Economía y Hacienda, una vez ya obtenido el de la Junta. Además, el 20% del superávit del año pasado que la ley permitía emplear para acción social se traducían en 825.000 euros, a los que se sumaban los 180.000 euros aportados por la Diputación provincial.

Con un descenso en las inversiones reales del 24% con respecto al mismo periodo del ejercicio pasado, la contabilidad en gasto se compensa con la potenciación de partidas relacionadas con la lucha contra la pandemia, como la adquisición de material de seguridad y orden público, en la que con 22.390 euros ya se ha gastado casi lo mismo que en todo el año pasado. También ha habido que afrontar gastos nuevos, como la construcción de nichos en el cementerio (76.092 euros), la compra de equipos de protección individual (33.577) o la adquisición de material para Protección Civil (7.847).

Nicolás Clavero también destaca que en estos seis primeros meses del año el COVID-19 ha obligado al Ayuntamiento a otros gastos urgentes, como 94.930 euros destinados a acción social, duplicando la cuantía empleada durante todo el año 2019. Del mismo modo, las ayudas individualizadas se han disparado hasta los 160.940 euros (casi lo mismo de lo gastado en el ejercicio pasado), mientras que se han destinado 15.000 euros a la atención de personas sin hogar, gasto que no existió en 2019.

Clavero es consciente de la dificultad de cuadrar un presupuesto municipal en un año tan especial como éste, en el que el Ayuntamiento va a dejar de ingresar cantidades importantes por la exención de la tasa de terrazas, dijo. Además, el aplazamiento del calendario tributario generará «problemas de tesorería», en principio cubiertos ya con la póliza de 12 millones de euros firmada con Globalcaja. No en vano, el IBI es el impuesto por el que recibe un mayor montante, y su periodo de pago se ha aplazado del 3 de agosto al 30 de octubre. El Consistorio tenía presupuestado un ingreso de más de 37 millones de euros a través de impuestos directos, con calendarios de cobro retrasados y con la certeza de que el número de abonos en periodo voluntario se reducirá por la delicada situación económica en la que han quedado algunos contribuyentes, como teme Clavero.

El edil defiende así una gestión muy criticada por la oposición, que en su opinión «sólo ha propuesto cosas que suenen bien a la gente, porque luego ellos no tienen que gestionar nada».