Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


Como una peli de tarde

11/11/2022

Como viendo una peli de tarde en fin de semana. Así es como se pudo sentir la mayoría de los espectadores –los que se atrevieran a seguirlo con atención–, con el debate de la enmienda a la totalidad del PP a los presupuestos de la Junta de Comunidades para el año 2023. Un guion hecho a la medida de los actores que intervenían; un desarrollo sin demasiados sobresaltos; y un final sobradamente conocido. Aunque he de reconocer que con algún giro argumental al final de la trama que me cautivó. Y un secundario que sorprendió por su afabilidad y empatía. Se la destripo, o como se dice ahora, les haré el spoiler completo. Total, ya se ha estrenado, y no parece que vaya a reventar la taquilla.
El nudo lo teníamos: el Gobierno de Castilla-La Mancha había presentado unos presupuestos para el año 2023 dotados con 12.438 millones de euros que, en palabras de su 'hacedor', Juan Alfonso Ruiz Molina, son «expansivos en lo social, ambiciosos en lo económico, fuertemente inversores y responsables en cuanto al endeudamiento». El PP había visto más de una pega. Suficiente para presentar una «enmienda a la totalidad». Recurso habitual en la oposición –de libro vamos– pero difícilmente defendible en un parlamento, ya que te obliga a explicar punto por punto ese rechazo tajante a las cuentas. «Más que cuentas son cuentos» sugirió el portavoz del PP, Miguel Ángel Rodríguez. Hasta ahí la trama estaba servida. Cruce de declaraciones, reproches, y datos económicos lanzados de una bancada a otra…
La defensa del Ejecutivo también era conocida, el consejero ha presentado estas cuentas en varias ocasiones. Pero interesaba conocer los argumentos del PP para esa enmienda. «¿No hay nada que les sirva?», he llegado a escuchar. El punto estaba claro para el PP: estos presupuestos se basan en una previsión de ingresos ficticia debido a la elevada incertidumbre que preside el panorama económico nacional e internacional, y sobre el que es imposible construir cualquier presupuesto y, por extensión, cualquier apuesta política para el próximo año.
Aquí el guionista decidió arriesgar, y entre las acusaciones de falsear, tergiversar o maquillar los datos, introdujo directamente la «mentira descarada». Acusación a cuenta de unos ingresos de más de mil millones de euros que el Gobierno cuenta como financiación autonómica mientras que la oposición ve como recaudación de impuestos. Los dos tienen razón, pero los ingresos lo son vía recaudación de impuestos estatales en los que la Comunidad no tiene competencias y debe incluir, y el PP lo achacó a una «subida encubierta» de impuestos en la región. Y lío montado. Declaraciones subidas de tono, que te retractes, que ni hablar, que me reafirmo y lo digo otra vez, y un debate que, siendo de lo más previsible, se vio empañado. Les recuerdo que el PSOE tiene la mayoría absoluta y esta moción no habría salido ni por equivocación de algún diputado, que esas cosas se han visto en el Congreso.
Por eso me veo obligado a fijarme en ese secundario, que sin tener fuerza alguna en la votación, acabó por caer bien en esta peli de tarde. Javier Sevilla, de Ciudadanos, reprochó al PP ese «ardid político» que es una enmienda a la totalidad que no resuelve nada, sino que entorpece. Y se ofreció para «mejorar» el presupuesto, atendiendo a sus preferencias, claro está. Tono que se agradece en un parlamento, y que esperemos que no se pierda.