«Seguimos en la línea de las medidas implementadas en el plan de ahorro a finales de marzo». De este modo, avanzó la vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad, Inmaculada Gallego, los cambios que tiene pensado hacer la Universidad de Castilla-La Mancha en el plan de ahorro energético, iniciado ante el incremento de precios de la electricidad, en marzo pasado. La intención es «reorientar» lo ya aprobado, con la reducción de iluminación y del tiempo de calefacción, al verano y al final de las clases. Se trata de un ligero cambio en el plan, a la espera de poder realizar una gran inversión en los próximos meses, para lo que ha solicitado una subvención de casi 2,6 millones de euros.
Gallego explicó que la UCLM lleva «un año» trabajando en las energías renovables, la Junta hizo una convocatoria para entidades públicas, y desde la universidad se solicitaron 21 proyectos que supondrán la instalación de unos 2.700 kilovatios, con los que abastecer los equipos de la universidad. «Es una inversión tremenda», por lo que se está a la espera de la resolución, para saber si se puede contar con alguna de estas inversiones. Además, la UCLM está preparando la documentación para una segunda línea de ayudas, en este caso dirigida a las renovables térmicas, donde se considera que hay «muchos edificios» de la institución que podrían beneficiarse del uso de la energía aerotérmica o geotérmica para calentar las instalaciones de la universidad.
En cuanto a la reorientación del plan de ahorro, Gallego explicó que ya no tiene sentido comenzar a las siete de la mañana con la climatización y finalizar a las 12 horas, por lo que el primer cambio será arrancar a las 12 con el empleo de los equipos y apagar a las 19 horas, con horarios más reducidos en algunos servicios, hasta las 15.30 horas, y ampliados en otros, como las bibliotecas. «Se mantiene una biblioteca por campus, con el horario convencional de siempre» y con el objetivo de que los alumnos «estén concentrados en sus exámenes». Lo mismo ocurrirá para la EvAU.
Desde el vicerrectorado se ha hecho una recomendación a los decanos para que «concentren» la actividad de las facultades por la mañana, para que se puedan ir desconectando las zonas de climatización. «Esta línea es en la que estamos desde mediados del mes de mayo, con el final del calor».
La vicerrectora recordó que mes a mes se analizan los consumos y se controla que se cumple el ahorro planificado. En abril, comparado con el mes anterior, el ahorro ha sido «tremendamente significativo», gracias a una actitud «impecable» de toda la comunidad universitaria.
Inmaculada Gallego dijo que es necesario seguir apostando por el actual modelo de ahorro, tras un inicio de año que supuso una factura de 2,5 millones de euros en cuatro meses, con el objetivo de que a final de 2022 el gasto sea el calculado en el presupuesto.