El fuego de La Atalaya, cinco veces mayor sin la prevención

HIlario L. Muñoz
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El Infocam repite trabajos para crear zonas de contención y que muestran su efectividad en incendios como el del parque forestal

El fuego de La Atalaya, cinco veces mayor sin la prevención - Foto: Tomás Fernández de Moya

El 27 de junio del año pasado se puso a prueba la labor de contención que se realiza desde hace tres años en el parque forestal de La Atalaya. Un incendio, provocado presuntamente por un petardo, el caso está aún pendiente de juicio, arrasó tres  hectáreas,pero hubiera sido mucho mayor, se «hubiera quintuplicado» el área quemada, si no se hubieran realizado trabajos en la zona por parte del Infocam, de la Junta de Comunidades, y de la empresa pública Geacam. «Se elimina la materia seca y el pastizal para que no tenga 'alimento' y se extienda más allá».

Se trata de unos trabajos preventivos que este 2022 comenzaron hace días, aún se están ejecutando, ya que el matorral no está del todo seco. La idea es actuar por «el alto uso público del terreno», explicó el director del Centro de Operaciones Provincial (COP) del Infocam en Ciudad Real, Juan Pedro García. En este sentido, recuerda que hay un temor vecinal por la masa forestal; del Ayuntamiento, porque no cuenta con personal para gestionar el monte; y del Infocam, cuya preocupación se centra en «el riesgo de la gente», que por una negligencia, con una barbacoa o un petardo, pueden provocar el fuego. Por este motivo, el Infocam se emplea para que la gran cantidad de caminos que hay en La Atalaya sirvan de contención; como se demostró el pasado año, con un suceso que «sirvió para consolidar» esta labor, comentó García.

Los trabajos son muy similares a los que se realizan en otras zonas de la provincia y que no implican la realización de un cortafuegos como se puede tener en mente. Se trata de quitar masa forestal, «combustible al fuego». Así, se desbroza el pasto, se corta casi a ras, y se eliminan las ramas más bajas de las encinas, que luego después se astillan, para crear materia orgánica en el propio monte o para uso en la ciudad. De este modo se puede contener el fuego en el plano horizontal y en el vertical. Por una parte, se elimina «el pasto seco, que es el conductor de los incendios». Mientras que se impide que afecte a la copa de las encinas, se evitan los incendios de grandes dimensiones, evitando que ardan los árboles. Un paseo por la zona del fuego del año pasado, muestra cómo muchos árboles quedaron intactos, las llamas quemaron solo el pasto que estaba muy bajo.

El fuego de La Atalaya, cinco veces mayor sin la prevenciónEl fuego de La Atalaya, cinco veces mayor sin la prevención - Foto: Tomás Fernández de Moya

Con esta labor se genera una zona de baja propagación, situada junto a un camino sobre la que puedan trabajar los equipos. Después con su pericia van descargando de agua o actuando antes de que llegue el fuego para extinguirlo y contener su avance. «Concentrando esfuerzo en determinadas áreas concretas, no hace falta tratar todo el monte».

Con estas labores, «el fuego del año pasado bajó la propagación con estos trabajos y se pudo contener», comentó el responsable técnico de Geacam en Ciudad Real, Alfonso Agudo. El fuego iniciado en una casa rural de la zona el 27 de junio, se contuvo en la zona de los depósitos de agua, toda una área sobre la que se trabajó. «Los trabajos permitieron que la densidad y velocidad no fueran muy elevadas», si no hubieran existido el fuego hubiera calcinado la zona de juegos infantiles y el área más utilizada por los ciudadrealeños en La Atalaya, además de haber tenido que destinar más tiempo y recursos, con lo que hubiera supuesto de alarma social. «Aquí se traslada un concepto importante porque no se trata solo de un incendio forestal, sino de una emergencia». Hay personas implicadas y desde «el punto de vista de la Protección Civil es más complejo».

Lo que se ha hecho este año son labores de mantenimiento de las zonas que se abrieron el año pasado, a la espera de que el pasto esté seco, momento en que se puede desbrozar. De momento, se trabaja sobre el encinar y el pinar que se sitúa más al norte de la Atalaya. En estas labores, García recordó que ha sido clave que en «el Ayuntamiento haya habido una acogida muy buena de esta labor», así como «una buena acogida ciudadana», sin críticas ante los trabajos forestales. El responsable del COP apuntó que en La Atalaya se realizan estas labores de prevención con cuidado para mantener el paisaje, tratando de dejar las copas intactas, sin que «haya un impacto visual muy grande», pese a que se ha trabajado en una zona de varias decenas de metros a cada lado de los caminos.

El fuego de La Atalaya, cinco veces mayor sin la prevenciónEl fuego de La Atalaya, cinco veces mayor sin la prevención - Foto: Tomás Fernández de Moya

Plan del Infocam. El Infocam cuenta con un plan de contención de más de 12.000 hectáreas en la provincia de Ciudad Real, donde se realizan estas labores de prevención horizontal y vertical. Implica que por Ciudad Real hay 48 zonas de actuación distintas sobre las que se interviene para desbrozar el terreno y cortar las ramas más bajas y secas de los árboles. En concreto, hay más de 3.000 hectáreas sobre las que se interviene este año, y a los cuatro años se regresa, para realizar de nuevo estos trabajos. La ides es no superar nunca los cinco años, se debe volver antes de cada lustro a esa área sobre la que se actuó. «No existen zonas descarnadas de vegetación, que se llegue al suelo mineral» y que se hayan planificado por el Infocam. De este modo no se contribuye a la desertificación. No hay apenas cortafuegos, centrándose en la contención, y lo que se ve por el monte suelen ser zonas de tiro en  cotos cinegéticos.

Se trata de unas labores en las que trabajan más de 430 personas de Geacam. La mitad de ellas lo hacen con maquinaria y el resto se ocupa de retirar la materia vegetal que se va produciendo. «El plan Infocam está activo todo el año, pero lo que hacemos es bascular de la prevención a la extinción en función de las necesidades y que haya más gente activada», comentó el director del Centro Operativo Provincial, Juan Pedro García. «Lo importante es que estratégicamente estén diseñadas esta labor de prevención para frenar la propagación del incendio», señaló el responsable técnico de Geacam en Ciudad Real, Alfonso Agudo.

Los trabajos no son los mismos en todas las zonas. En el parque fforeatal de La Atalaya hay casi «una labor de jardinería», mientras que en el monte los trabajos son mucho más considerables, interviniendo en franjas de 100 metros a cada lado de los caminos, con podas más altas. Igualmente, esta prevención no impide que un incendio se quintuplique, sino que «se propague por 2.000, pasar de una hectárea a 2.000».