Un total de 1.331 solicitudes han llegado a la Junta de jóvenes que quieren ser agricultores y ganaderos. El consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, explicó esta tarde que se acaba de cerrar el plazo para presentar solicitudes y se mostró satisfecho del número recibidas. Dice que sumando los últimos cuatro años la incorporación de jóvenes llegará a los 4.000, lo que pondría a Castilla-La Mancha a la cabeza. 

Esta última convocatoria salió con 100 millones de presupuestos, porque también incluía ayudas a planes de mejora. Al respecto, Arroyo precisó que el 70% de las solicitudes de incorporación de jóvenes incluyen también un plan de mejora. Además destacó que alrededor de un tercio de las solicitudes (en concreto, un 32%) son de mujeres. El número de expedientes de titularidad compartida alcanza los 53.

Arroyo dio estos datos poco antes de empezar la reunión del Consejo Asesor Agrario de Castilla-La Mancha, en el que se da voz a las organizaciones agrarias, sindicatos, empresas y cooperativas. Esta tarde había muchos temas en el orden del día, como precisó el consejero.

Se abordaron, por ejemplo, dos leyes. Una es la Ley de la Viña y el Vino. «Estamos trabajando con el sector desde hace mucho tiempo  y esperamos llegar a buen puerto antes de que finalice el año», expuso el consejero. Otra normativa que estuvo sobre la mesa es la de Agricultura Familiar, que en este caso está en fase de exposición pública. 

De cara a la próxima vendimia, el consejero presentó la orden para establecer un grado mínimo de recepción de uva, que estará en los nueve grados. Ya el pasado año se aplicó una medida parecida y Arroyo la defiende porque supone un compromiso de «calidad» que puede ser crucial para la sostenibilidad del sector.

Sin abandonar el mundo del vino, el consejero añadió que quería presentar la orden para regular la Denominación de Origen de Valdepeñas. «Pretende garantizar la trazabilidad y un correcto funcionamiento», expuso.