El calor anticipado de este mes de mayo ha hecho que el área de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Ciudad Real haya acelerado el ritmo de los trabajos de limpieza y de desbroce de solares y de caminos para evitar posibles incendios. Una circunstancia a la que ya se adelantó la semana pasada el Consistorio, teniendo en cuenta las altas temperaturas, aunque dentro del breve margen de actuación que ha permitido esta primera y sobrevenida ola de calor.
Para afrontar estas tareas, la Concejalía ha duplicado los medios, de manera que los efectivos han pasado a trabajar sólo durante las mañanas a hacerlo también por las tardes. «Con la ola de calor se ha anticipado; normalmente es a primeros de junio cuando se pone más énfasis en el desbroce», comentó la edil del área, Mariana Boadella, al tiempo que explicó que «una parte se ha externalizado porque no damos abasto».
De hecho, explicó que entre solares y caminos públicos se calcula que hay unos 100.000 metros cuadrados, una superficie muy importante que requiere de una actuación de desbroce para evitar posibles incendios en la época de calor extremo. Con esta misma finalidad se han hecho ya cortafuegos, como el de la zona de la calle Rusia, y se seguirán haciendo en otras partes de la ciudad.
La sección de Parques y Jardines es la que está realizando todas estas actuaciones que se desarrollan de fuera hacia dentro de la ciudad, de manera que ya se han desarrollado actuaciones en la pedanía de Las Casas, en concreto en la carretera del Vicario, así como en el centro La Bienvenida y se acometerán también en Alarcos, en La Poblachuela y en todos los solares del interior de la ciudad, donde se contará con la ayuda de la empresa externa a través del contrato que se aprobará hoy lunes.
Eso en cuanto a los terrenos de titularidad pública, porque en los privados se han empezado a mandar ya las primeras cartas en las que se les recuerda a los dueños la obligación de que los mantengan en las debidas condiciones de limpieza y ornato, tal y como contempla la ordenanza municipal de Limpieza. «Les instamos amablemente a que los limpien», dijo Boadella para recordar a renglón seguido que en el caso de que no lo hagan, se activa el procedimiento para sancionarlos y para llevar a cabo una ejecución subsidiaria. Entonces es el Ayuntamiento el que corre con los gastos, pero después le cursa un recibo al propietario «que multiplica por tres el precio del mercado». «Si no, todo el mundo dejaría que fuera el Ayuntamiento el que lo limpiara», comentó.
Eso, no obstante, retrasa su desbroce, puesto que tiene que pasar todos los trámites oportunos, lo que impide que el Consistorio pueda actuar al menos «hasta agosto y septiembre», con el riesgo que ello implica para posibles incendios.
«Suplicamos que lo hagan ellos», agregó la edil en esa búsqueda de la colaboración ciudadana, que en el caso de incumplimiento conlleva multas que van desde los 750 euros las leves hasta los 3.000 las muy graves y, de hecho, recordó una multa cursada el año pasado por 2.500 euros.