Un 'mínimo' de dignidad con o sin empleo

Hilario L. Muñoz
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Quienes solicitan el IMV son personas que viven con apoyo de familiares, en paro o con trabajos por horas que no le permiten subsistir

Un ‘mínimo’ de dignidad con o sin empleo - Foto: Rueda Villaverde

El hecho de estar trabajando no significa que vivas mejor». Esta es una de las frases que explica a la perfección la situación por la que pasan algunas de las personas que han solicitado el ingreso mínimo vital en la provincia de Ciudad Real. Quien la pronuncia es María, una de las personas que este lunes esperaba para saber cómo se encontraba su tramitación, solicitada en julio, y de la que aún no había recibido noticia. «No sé nada, solo que está en estudio y no sé si me falta algún tipo de documentación o el tiempo que puede tardar la resolución». Si le concediesen la ayuda, en su cabeza, arranca un momento de tranquilidad de «llegar a fin de mes».

Lo que quería saber María es uno de los dos aspectos claves por los que el Ministerio de Inclusión Social se ha lanzado a la carretera con un autobús. Hay mucha gente que tiene derecho a ella y que no sabe que puede solicitarla como un complemento a su sueldo. «Se asesora y se da información a los usuarios y se resuelven dudas que puedan tener en las solicitudes», comentaron los encargados de este servicio.

Desde que se solicita pasa un tiempo, en el que se analiza la documentación entregada y que varía bastante, porque en el momento en que se concede la ayuda se entrega de forma indefinida y se revisa en función de cómo mejoren las condiciones económicas de las familias. Este es uno de los problemas, porque, mientras se está a la espera de que llegue la ayuda, vivir pasa por tirar de «ingenio» y de «hacer muchas cuentas», a lo que se suma algo de ayuda de la familia, como explicaba María, quien tiene dos menores a su cargo y ese contrato de trabajo de 13 horas semanales. Con todo, da gracias a estar en Ciudad Real, donde el aumento de precios no afecta tanto, pero señala que los sueldos «no están bien, no son equitativos, con lo que sube el costo de la vida». 

Un ‘mínimo’ de dignidad con o sin empleoUn ‘mínimo’ de dignidad con o sin empleo - Foto: Rueda VillaverdeDe hecho, recuerda que llegar a las 13 horas de trabajo actual le ha implicado un largo proceso en el exilio laboral, más de un año en el paro tras el COVID. Trabajaba en la hostelería y decidió que no iba a volver a ese sector pensando en su familia. «Quise cambiar y ahora estoy bien, con los fines de semana libres y las tardes también para estar con mis hijos, que por la mañana van al cole». A cambio tiene un contrato que no llega a media jornada, aunque siempre con la esperanza de que aumente y poder vivir del trabajo, que es su principal objetivo.

Una jornada laboral aún más corta que María tiene Elisa, con solo cuatro horas, y que rellenó la solicitud del IMVtambién en julio. Lo hizo a través de uno de los puntos de inclusión del Ayuntamiento. «Me llegó el correo de que estaba todo bien, pero como no me han dicho nada vengo a hacer un seguimiento», explicó. De hecho, su situación ha pasado del paro en el que estaba cuando hizo la solicitud a esas cuatro horas de empleo a la semana y por las que teme que no le concedan la ayuda. «En teoría sí me la deberían dar», pero en una situación en la que el hambre o la posibilidad de perder una vivienda se ve en el horizonte, la esperanza muchas veces flaquea cuando se tarda en recibir una resolución del ingreso mínimo. 

«Estoy sola en Ciudad Real, mi hija está en Perú», explicó Elisa, quien como muestra de su situación apunta que sobrevive con el apoyo de su familia en Sudamérica, casi a la inversa de lo que se podría pensar cuando se emigra. «Cuanto menos compromiso tengan conmigo, los libero a ellos de esa ayuda y que dediquen el dinero a sus cosas», señala Elisa, que hasta que se quedó en paro «siempre» había podido vivir con autonomía, pero «ya no».

Un ‘mínimo’ de dignidad con o sin empleoUn ‘mínimo’ de dignidad con o sin empleo - Foto: Rueda VillaverdeMás tiempo lleva esperando Kate, quien pidió la ayuda el año pasado, antes de que naciera el niño con el que acudió al autobús.  «Vine  a ver si tengo todos los documentos en regla, más que nada, porque es muy complicada la solicitud». «El ingreso mínimo vital, con el niño, sería una ayuda grandísima, porque el padre trabaja en una ETT, nada más que cinco horas», comentó esta vecina de Ciudad Real. El Ingreso Mínimo Vital les permitiría ser «más libres» y no depender tanto de las ayudas a la familia e independizarse «un poco». «Sería un alivio brutal», comentó con ojos llenos de esperanza. 

Un ‘mínimo’ de dignidad con o sin empleo
Un ‘mínimo’ de dignidad con o sin empleo - Foto: Rueda Villaverde
«Una persona que no tiene nada y que de un día para otro tiene 500 euros te alivia algo, aunque no da para muchas cosas», resumió Víctor, quien vive en casa de su hija, con su mujer, y pendiente de esta ayuda para subsistir. «En la pandemia me dieron una ayuda de 300 euros por tres meses y ya no me dieron más», por lo que le gustaría saber que tiene esa opción del ingreso.