El cementerio revive para el Día de los Santos

D.F.
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La afluencia de público aumentó desde varios días antes y se hace difícil encontrar alguna lápida en la que no se hayan depositado cuando menos un manojo de flores frescas

Distintas tomas en el cementerio de Ciudad Real y sus alrededores. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El olor de flores frescas se adueña de quienes caminan entre las tumbas del cementerio de Ciudad Real, los rojos y blancos, con algún rosa, morado o azul, predominan sobre el brillo gris de la mayoría de las lápidas. Hay un trajín constante, gente que limpia, que reparte sus arreglos florales entre distintos puntos y hasta un viudo que repinta las letras blancas del letrero que identifica la tumba de su esposa. La celebración del día de Todos los Santos llenó de actividad las calles y los patios del camposanto este martes y desde mucho antes del 1 de noviembre.

El trasiego conlleva el uso de cestas y carros más o menos readaptados para el traslado de los centros de flores o el sempiterno cubo con materiales de limpieza y por supuesto, una oración o meditación ante los seres queridos.

En algunos casos son varios conjuntos de flores los que cubren la tumba, a cual más alto; en otros hay un pequeño manojo colocado en una esquina o a los pies, como si lo importante fuera hacer visibles los nombres de los fallecidos.

Distintas tomas en el cementerio de Ciudad Real y sus alrededores.Distintas tomas en el cementerio de Ciudad Real y sus alrededores. - Foto: Tomás Fernández de MoyaJulián, un trabajador del cementerio, llama la atención sobre el aumento de afluencia que ya se ha venido detectando desde hace más de una semana. «Teniendo en cuenta que hemos estado dos años con la pandemia y que la gente tiene muchas ganas de ver lo que a fin de cuentas son los suyos, es normal un aumento de la afluencia». En este sentido recuerda que la presencia de familiares en los entierros se redujo al mínimo por el coronavirus. Este año, desde el día 21 comenzó un aumento paulatino de visitantes que ya a partir del jueves pasado fue ya un fluir continuo. De hecho, ya el día 31, víspera de la celebración de Todos los Santos era difícil apreciar a simple vista alguna tumba que no tuviera ya sus flores recién cortadas.

A ello contribuyeron también los que en la jerga de los habituales del cementerio conocen como 'buenos samaritanos', «personas que traen varios ramos de flores y las reparten entre las tumbas que ven que no tienen ninguna flor», explica Julián.

En esa mayor presencia de familiares inciden también los responsables de los distintos puestos de colocados junto a la entrada al cementerio, como Pilar Calle, que cultiva su flores en La Poblachuela, que a pesar de ello advierte que «la gente que antes se llevaba cinco o seis centros, ahora se lleva cinco ramitos de tres euros», lo que le lleva a sentenciar: «La economía se está notando».

Distintas tomas en el cementerio de Ciudad Real y sus alrededores.Distintas tomas en el cementerio de Ciudad Real y sus alrededores. - Foto: Tomás Fernández de MoyaAlba Sánchez, de Viveros Tino, subraya que el buen tiempo de los días precedentes ha favorecido la venta de flores, con respecto a años anteriores en los que la lluvia fue un factor disuasorio. Sánchez afirma que no ha notado una disminución de ventas porque «hemos mantenido los precios de siempre».

Entre quienes acuden estos días al cementerio de Ciudad Real abundan sobre todos las personas mayores y de mediana edad, pero se hace más difícil ver a los más jóvenes, que en la mayoría de los casos acuden acompañando a algún familiar de más edad. Es el caso de Laura Merino, que acudió «a traer flores a mis abuelos y a mi tía abuela», junto con su madre, una costumbre que repite cada año. A su vez, María del Carmen Muñoz tiene la costumbre de acudir en fechas como ésta, «un día muy señalado», para estar con su esposo, fallecido en abril, «que está con mi madre y con mi tía».

Por su parte, Conchi Peñalver, que acudió con su esposo, detalla que «prefiero venir al cementerio un día o dos antes de Todos los Santos». En su caso acude a visitar a sus padres, aunque advierte que «no vengo frecuentemente, sólo en los días señalados».

Distintas tomas en el cementerio de Ciudad Real y sus alrededores.Distintas tomas en el cementerio de Ciudad Real y sus alrededores. - Foto: Tomás Fernández de MoyaUn caso diferente es el de Ramón Romero, quien reconoce que no es especialmente seguidor de la tradición de Todos los Santos, pero acude al cementerio «para acompañar a mi mujer y ayudarla», puesto que ella sí es partidaria de mantener estas costumbres.

Distintas tomas en el cementerio de Ciudad Real y sus alrededores.
Distintas tomas en el cementerio de Ciudad Real y sus alrededores. - Foto: Tomás Fernández de Moya